Con limón: Agrega el jugo de medio limón al jarabe antes de colarlo para potenciar la vitamina C.
Con jengibre: Añade unas rodajas finas de jengibre fresco para fortalecer las propiedades antiinflamatorias.
Con ajo (para los más valientes): Un diente de ajo picado puede mejorar la acción antibiótica del remedio.
Preguntas frecuentes:
¿Puedo usar cualquier tipo de miel?
Lo ideal es usar miel cruda y sin procesar. Evita las mieles comerciales que contienen jarabe de maíz o están altamente pasteurizadas.
¿Este jarabe es seguro para niños?
Sí, pero solo para mayores de 1 año debido al riesgo de botulismo asociado con la miel en menores de esa edad.
¿Tiene efectos secundarios?
Generalmente no. Sin embargo, personas con alergia a la cebolla o a la miel deben evitarlo. Siempre es mejor consultar con un médico si tienes dudas.
¿Puedo tomarlo aunque no tenga tos?
Claro. También sirve como preventivo gracias a sus propiedades inmunoestimulantes.
¿Puedo calentarlo?
Se recomienda no calentar el jarabe, ya que altas temperaturas pueden degradar los compuestos activos de la miel y la cebolla.
Si deseas, puedo convertir esta receta en un archivo descargable, hacer una infografía o ayudarte a adaptarla para redes sociales. ¿Te gustaría?