Introducción: La tarta de manzana con crema soufflé es una opción deliciosa para aquellos que buscan un postre elegante y sabroso para cualquier ocasión especial. Esta receta combina la dulzura de las manzanas con la ligereza y suavidad de la crema soufflé, creando una textura y un sabor únicos que harán que todos pidan más. Además, es perfecta tanto para celebraciones como para disfrutar en una tarde cualquiera. ¡Acompáñame a descubrir cómo prepararla!
Ingredientes:
1 masa quebrada (puede ser comprada o casera)
4 manzanas (preferiblemente tipo Granny Smith o Gala)
3 huevos
250 ml de nata para montar (crema de leche)
100 g de azúcar
1 cucharadita de esencia de vainilla
1 cucharada de maicena
1 pizca de sal
Mantequilla (para engrasar el molde)
Azúcar glas (opcional, para decorar)
Instrucciones:
Preparar el molde y la masa: Precalienta el horno a 180°C. Engrasa un molde para tarta con un poco de mantequilla y estira la masa quebrada para cubrir el fondo y los bordes. Pincha la base de la masa con un tenedor para evitar que se infle al hornearla.
Cocer la base de la tarta: Hornea la masa durante unos 10-12 minutos o hasta que esté ligeramente dorada. Retira del horno y deja enfriar.
Preparar las manzanas: Pela y corta las manzanas en rodajas finas. Coloca las manzanas sobre la base de la tarta ya cocida, formando una capa uniforme.
Hacer la crema soufflé: En un bol, bate los huevos con el azúcar, la nata, la maicena y la esencia de vainilla hasta obtener una mezcla suave. Vierte esta mezcla sobre las manzanas en la tarta.
Hornear la tarta: Coloca la tarta en el horno y hornea a 180°C durante unos 25-30 minutos, o hasta que la crema soufflé haya subido y esté dorada en la parte superior.
Dejar enfriar y servir: Una vez horneada, retira la tarta del horno y deja enfriar a temperatura ambiente durante unos 15 minutos. Si lo deseas, espolvorea con un poco de azúcar glas antes de servir.
Consejos para servir y almacenar:
La tarta de manzana con crema soufflé se puede servir tanto caliente como a temperatura ambiente. Si prefieres una textura más cremosa, disfrútala recién salida del horno.
Puedes acompañar la tarta con una bola de helado de vainilla o un poco de nata montada para un toque extra de indulgencia.
Para almacenar, guarda la tarta en el refrigerador durante un máximo de 3 días. Para recalentar, hazlo en el horno a baja temperatura para evitar que se pierda la textura suave de la crema.
Variaciones: