Introducción: Las papas fritas son uno de los acompañamientos más queridos en la gastronomía mundial. Pero, ¿qué hace que algunas sean irresistiblemente crujientes y sabrosas, mientras que otras se quedan blandas? El secreto está en el vinagre. En esta receta te compartimos cómo usar este ingrediente para lograr papas fritas con una textura perfecta, doradas y crujientes por fuera, pero tiernas por dentro. ¡Descubre cómo hacerlo con unos sencillos pasos!
Ingredientes:
4 papas medianas
1 cucharada de vinagre blanco
2 tazas de agua
Aceite vegetal (para freír)
Sal al gusto
Instrucciones:
Pela las papas y córtalas en bastones del tamaño que prefieras.
En un recipiente grande, mezcla el agua con el vinagre.
Coloca las papas cortadas en la mezcla de agua y vinagre, y deja reposar durante unos 30 minutos. Esto ayuda a que las papas liberen almidón y obtengan una textura más crujiente al freírse.
Escurre bien las papas y sécalas con un paño limpio o toallas de papel.
Calienta el aceite en una freidora o sartén profunda a unos 180°C.
Fría las papas en pequeñas tandas para evitar que se peguen entre sí. Fría durante 3-4 minutos, o hasta que estén doradas y crujientes.
Retira las papas del aceite y colócalas sobre papel absorbente para eliminar el exceso de grasa.
Sazona con sal al gusto y sirve inmediatamente.
Consejos para servir y almacenar:
Para mantener las papas crujientes, colócalas en una rejilla en lugar de en un plato plano.
Si las preparas con anticipación, guárdalas en un recipiente hermético en el refrigerador. Para volver a calentarlas, colócalas en el horno durante unos minutos a 180°C.
Puedes acompañarlas con una salsa de tu elección, como mayonesa, ketchup, o salsa picante.
Variaciones:
