Introducción:
Los rollos de hojaldre con calabacín son una opción sabrosa y ligera para disfrutar en una cena deliciosa. Este platillo combina la suavidad del calabacín con la crujiente textura del hojaldre, creando una mezcla irresistible que tanto niños como adultos disfrutarán. Además, son fáciles de preparar y pueden ser personalizados con diferentes ingredientes según tus preferencias.
Ingredientes:
1 lámina de hojaldre (puede ser comprada o casera)
2 calabacines medianos
100 g de queso rallado (puede ser mozzarella o el de tu elección)
1 huevo (para pincelar el hojaldre)
Aceite de oliva
Sal y pimienta al gusto
Ajo en polvo o hierbas aromáticas (opcional)
Instrucciones:
Precalienta el horno a 180°C (350°F).
Lava y corta los calabacines en tiras finas o rodajas. Si prefieres, puedes usar un rallador para obtener una textura más suave.
En una sartén, calienta un poco de aceite de oliva y saltea el calabacín hasta que esté ligeramente dorado y haya soltado su agua. Condimenta con sal, pimienta y, si lo deseas, ajo en polvo o hierbas aromáticas.
Estira la lámina de hojaldre sobre una superficie plana. Corta el hojaldre en tiras largas (dependiendo del tamaño de los rollos que quieras hacer).
Coloca una capa de calabacín sobre cada tira de hojaldre, luego espolvorea con el queso rallado.
Enrolla cada tira de hojaldre con el calabacín en su interior y colócalo en una bandeja para hornear previamente enharinada.
Bate el huevo y pincela los rollos con él para darles un color dorado al hornearlos.
Hornea durante 20-25 minutos o hasta que estén dorados y crujientes.
Sirve calientes y disfruta.
Consejos para servir y almacenar:
Para acompañar estos rollos, puedes servir una salsa de tomate o una salsa blanca ligera.
Si te sobra alguna porción, puedes guardarla en un recipiente hermético en el refrigerador por 2-3 días. Recalienta en el horno o en una sartén para que mantengan su textura crujiente.
Variaciones: