Introducción:
¿Buscas una alternativa ligera y deliciosa para tus tradicionales rösti? Estos buñuelos de coliflor crujiente son la opción perfecta. Con un exterior dorado y crujiente, y un interior suave, ofrecen una mezcla de sabor y textura irresistible. Además, son fáciles de preparar, bajos en carbohidratos y perfectos como acompañante o aperitivo saludable. Si nunca has probado la coliflor de esta manera, prepárate para sorprenderte con su sabor único.
Ingredientes:
1 cabeza de coliflor
1 huevo
2 cucharadas de harina (puedes usar harina de almendra para una opción sin gluten)
1/4 taza de queso rallado (opcional)
2 cucharadas de cebollín o perejil picado
1 diente de ajo picado finamente
Sal y pimienta al gusto
Aceite de oliva para freír
Instrucciones:
Lava y corta la coliflor en floretes pequeños. Cocina los floretes al vapor o hiérvelos hasta que estén tiernos, aproximadamente 10 minutos.
En un procesador de alimentos, tritura la coliflor hasta obtener una textura similar al arroz, o puedes hacerlo a mano con un tenedor.
Coloca la coliflor triturada en un paño de cocina limpio y exprime el exceso de agua.
En un bol grande, mezcla la coliflor, el huevo, la harina, el queso rallado (si lo deseas), el ajo, el cebollín, sal y pimienta.
Forma pequeñas bolitas o discos con la mezcla.
Calienta una sartén con un poco de aceite de oliva a fuego medio-alto. Cocina los buñuelos durante 3-4 minutos por cada lado, hasta que estén dorados y crujientes.
Sírvelos calientes y disfruta de su delicioso sabor.
Consejos para servir y almacenar:
Puedes servir los buñuelos de coliflor acompañados de una salsa de yogur o un dip de aguacate para agregar un toque fresco.
Si tienes sobras, guárdalas en un recipiente hermético en el refrigerador por hasta 3 días. Para recalentarlos, caliéntalos en una sartén con un poco de aceite para mantener su textura crujiente.
Si deseas hacerlos con antelación, puedes formar los buñuelos y guardarlos en el congelador. Solo fríelos cuando los vayas a servir.
Variaciones: