Introducción
Si alguna vez te ha quedado un trozo de queso que no sabes qué hacer con él, esta receta es la solución perfecta. Con un toque de hongos ostra y hierbas frescas, puedes transformar esas sobras en un platillo sabroso y reconfortante. Es una alternativa deliciosa para disfrutar de los sabores de la cocina casera y aprovechar lo que tienes en la despensa. Perfecto para una cena ligera, aperitivo o acompañante de un plato principal.
Ingredientes
200 g de queso (puede ser queso de tu elección: cheddar, gouda, mozzarella, etc.)
150 g de hongos ostra frescos
2 cucharadas de aceite de oliva
1 diente de ajo picado
1 cucharadita de romero fresco o seco
1 cucharadita de tomillo fresco o seco
1/2 taza de crema líquida
Sal y pimienta al gusto
Hojas de albahaca fresca para decorar (opcional)
Instrucciones
Preparar los ingredientes: Corta el queso en trozos pequeños o rallado. Lava y corta los hongos ostra en tiras finas.
Cocinar los hongos: En una sartén grande, calienta el aceite de oliva a fuego medio. Añade el ajo picado y saltea por unos segundos hasta que esté fragante. Luego, agrega los hongos y cocina por unos 5 minutos, hasta que estén tiernos y suelten su jugo.
Agregar las hierbas: Incorpora el romero y tomillo, removiendo bien para que los hongos se impregnen con los sabores.
Agregar la crema y queso: Vierte la crema líquida en la sartén y mezcla bien. Cocina a fuego bajo mientras vas agregando poco a poco el queso, permitiendo que se derrita completamente y se combine con los hongos.
Cocinar hasta que espese: Cocina la mezcla a fuego bajo durante unos minutos, revolviendo constantemente, hasta que obtengas una mezcla espesa y cremosa.
Sazonar: Ajusta con sal y pimienta al gusto y sirve caliente.
Consejos para Servir y Almacenar
Para servir: Puedes acompañar este platillo con pan crujiente, galletas saladas o incluso arroz. También es una excelente opción como dip para una fiesta o reunión.
Para almacenar: Si te sobra, puedes guardarlo en un recipiente hermético en el refrigerador por hasta 2-3 días. Para recalentar, basta con hacerlo a fuego bajo en una sartén con un poquito de crema o leche para que no se reseque.
Variaciones