Introducción
Los pierogi son uno de los platos más emblemáticos de la gastronomía polaca, y su versión con carne es una auténtica delicia que conquista a quienes la prueban. Estos pequeños bocados rellenos, que se cocinan en agua hirviendo y se pueden freír después para un toque crujiente, ofrecen una combinación perfecta de sabores y texturas. En este artículo, te enseñamos cómo hacer pierogi con carne en casa, una receta sencilla pero llena de tradición, ideal para cualquier ocasión especial o simplemente para disfrutar en una comida familiar.
Ingredientes
500 g de harina de trigo
1 huevo
250 ml de agua
1 cucharadita de sal
300 g de carne de res molida (o mezcla de carne de res y cerdo)
1 cebolla grande, finamente picada
2 cucharadas de aceite de oliva
Sal y pimienta al gusto
1 cucharadita de ajo en polvo (opcional)
1 cucharada de perejil fresco picado (opcional)
Mantequilla o aceite para freír (opcional)
Instrucciones
Preparar la masa: En un bol grande, mezcla la harina con la sal. Agrega el huevo y poco a poco incorpora el agua hasta formar una masa suave. Amasa durante unos 10 minutos, cubre la masa con un paño limpio y deja reposar por 30 minutos.
Preparar el relleno: Mientras la masa reposa, calienta el aceite en una sartén grande. Añade la cebolla y sofríela a fuego medio hasta que esté dorada. Agrega la carne molida, sazona con sal, pimienta y ajo en polvo, y cocina hasta que la carne esté bien dorada y cocida. Si deseas, añade un poco de perejil picado al final para dar frescura al sabor. Deja enfriar el relleno antes de usarlo.
Formar los pierogi: Divide la masa en pequeñas bolas. Estira cada bola sobre una superficie enharinada, formando círculos de aproximadamente 8 cm de diámetro. Coloca una cucharadita del relleno en el centro de cada círculo. Doble la masa por la mitad y presiona los bordes con los dedos o un tenedor para sellar bien.
Cocinar los pierogi: En una olla grande, hierve agua con sal. Añade los pierogi en tandas pequeñas y cocina por unos 3-4 minutos, o hasta que suban a la superficie.
Opcional – Freír los pierogi: Si prefieres los pierogi crujientes, calienta mantequilla o aceite en una sartén grande y fríe los pierogi cocidos hasta que estén dorados y crujientes por fuera.
Servir: Sirve los pierogi calientes, acompañados de crema agria, cebollas fritas o incluso un poco de salsa de tomate si lo prefieres.
Consejos de presentación y almacenamiento
Para un toque auténtico, acompaña los pierogi con una cucharada de crema agria o cebollas fritas.
Si prefieres hacer los pierogi con anticipación, puedes congelarlos antes de cocinarlos. Para hacerlo, colócalos en una bandeja en una sola capa y congélalos hasta que estén duros. Luego, guárdalos en bolsas para congelar. Para cocinarlos, solo debes hervirlos directamente del congelador.
Los pierogi se mantienen bien en el refrigerador durante 2-3 días. Solo asegúrate de almacenarlos en un recipiente hermético.
Variaciones