Introducción
En el mundo de los remedios caseros, hay mezclas que han pasado de generación en generación gracias a sus increíbles beneficios. Una de ellas es la combinación de clavo, ajo y miel. Esta sencilla pero poderosa mezcla no solo tiene propiedades fortalecedoras para el sistema inmunológico, sino que también puede ayudarte a combatir infecciones, mejorar la digestión y aportar energía natural. Si buscas una alternativa saludable y natural para reforzar tu cuerpo, esta receta te sorprenderá. ¡Pruébala y entenderás por qué todos la recomiendan!
Ingredientes:
10 dientes de ajo frescos
10 clavos de olor
1 taza (250 ml) de miel pura (preferiblemente orgánica)
1 frasco de vidrio con tapa hermética
Instrucciones:
Preparar los ingredientes: Pela los dientes de ajo y aplástalos ligeramente con el lado de un cuchillo. Esto ayuda a liberar la alicina, el compuesto activo del ajo.
Colocar en el frasco: Introduce los dientes de ajo en el frasco de vidrio, seguidos por los clavos de olor.
Agregar la miel: Vierte la miel sobre el ajo y los clavos hasta cubrir completamente los ingredientes. Asegúrate de que no queden burbujas de aire atrapadas.
Mezclar suavemente: Con una cuchara de madera o una espátula, revuelve suavemente la mezcla para integrar bien todo.
Reposar: Cierra bien el frasco y déjalo reposar en un lugar fresco y oscuro durante al menos 5 días. Cuanto más tiempo repose, más concentrado será su sabor y sus beneficios.
Consejos de presentación y almacenamiento:
Presentación: Puedes servir una cucharadita directamente o disolverla en agua tibia como una especie de infusión matutina. También combina bien con té de limón o jengibre.
Almacenamiento: Guarda el frasco en un lugar fresco y seco. Una vez abierto, puedes conservarlo en la nevera para mayor duración. Esta mezcla puede mantenerse en buen estado hasta por 2 meses.
Variaciones: