Introducción
El cuidado capilar no siempre tiene que implicar una visita al salón de belleza. Si tus cabellos están dañados por el uso excesivo de productos químicos, calor o el entorno, existen remedios naturales que pueden ayudarte a restaurar su vitalidad y suavidad. Uno de estos tratamientos caseros es el almidón de maíz, un ingrediente accesible que, además de sus usos en la cocina, puede transformar tu melena en tan solo 20 minutos. En este artículo, te mostramos cómo aprovechar el almidón de maíz para reparar tu cabello dañado de manera rápida y económica.
Ingredientes:
2 cucharadas de almidón de maíz
1 taza de agua (aproximadamente 240 ml)
1 cucharada de aceite de oliva o aceite de coco (opcional para mayor hidratación)
1 cucharadita de vinagre de manzana (opcional para equilibrar el pH)
Instrucciones:
Preparación de la mezcla:
En una pequeña cacerola, agrega el agua y caliéntala a fuego medio. Cuando esté tibia, añade las dos cucharadas de almidón de maíz mientras remueves constantemente para evitar la formación de grumos. Continúa mezclando hasta que la mezcla se espese y tenga la consistencia de un gel.
Agregar hidratación adicional:
Una vez que la mezcla tenga la consistencia deseada, retírala del fuego y deja que se enfríe por unos minutos. Si deseas un extra de hidratación, puedes incorporar una cucharada de aceite de oliva o aceite de coco a la mezcla y revolver bien. Si tu cabello tiene tendencia a la grasa, omite este paso.
Aplicación sobre el cabello:
Con el cabello seco o ligeramente humedecido, aplica la mezcla en las puntas y a lo largo del largo del cabello, evitando las raíces si tienes el cuero cabelludo graso. Masajea suavemente y deja actuar durante unos 15-20 minutos.
Enjuague:
Pasado el tiempo recomendado, enjuaga bien el cabello con agua tibia. Si lo deseas, puedes usar un shampoo suave para eliminar cualquier residuo.
Consejos para servir y almacenar:
Este tratamiento se debe usar una vez por semana, especialmente si tu cabello está muy dañado o reseco.
Si te sobra mezcla, puedes almacenarla en un recipiente cerrado en el refrigerador por hasta 3 días. Asegúrate de calentarla ligeramente antes de volver a aplicarla.
Puedes combinar este tratamiento con tu rutina habitual de acondicionador para obtener mejores resultados.
Variantes:
