Introducción:
Limpiar el horno es, para muchos, una de las tareas más odiadas del hogar. La grasa incrustada, los restos de comida quemada y el olor desagradable hacen que pospongamos esta tarea una y otra vez. Sin embargo, un amigo me reveló un truco casero tan simple como efectivo que transformó por completo mi forma de ver esta limpieza. Lo mejor: no necesitas productos tóxicos, ni raspar con fuerza. Aquí te comparto el método que me salvó.
Ingredientes:
1 taza de bicarbonato de sodio
1/4 taza de vinagre blanco
Agua (la necesaria)
Un recipiente pequeño para mezclar
Guantes de limpieza (opcional pero recomendable)
Una esponja o trapo húmedo
Un atomizador (opcional)
Instrucciones:
Prepara la pasta limpiadora:
En el recipiente, mezcla el bicarbonato de sodio con un poco de agua hasta formar una pasta espesa. Esta mezcla es suave pero muy efectiva contra la grasa.
Aplica en el horno:
Con guantes puestos, extiende la pasta por todo el interior del horno (excepto las resistencias si es eléctrico). Presta especial atención a las paredes y la base donde suele acumularse la mayor suciedad.
Deja actuar:
Cierra el horno y deja que la mezcla actúe durante al menos 8 horas o, si puedes, toda la noche. Esto permite que el bicarbonato penetre y ablande la grasa incrustada.
Rocía con vinagre:
Pasado ese tiempo, rocía vinagre blanco sobre la pasta con ayuda de un atomizador. Verás una efervescencia natural: es la reacción entre ambos ingredientes, que ayuda a desprender la suciedad.
Limpia:
Con una esponja húmeda o un trapo, limpia cuidadosamente todo el interior del horno. Si hay restos difíciles, puedes ayudarte con una espátula de plástico o una tarjeta vieja para raspar sin dañar la superficie.
Aclara:
Finalmente, pasa un trapo limpio y húmedo varias veces hasta eliminar cualquier residuo de bicarbonato o vinagre. ¡Tu horno quedará como nuevo!
Consejos para servir y almacenar (aplicado al truco):
Puedes guardar la mezcla de bicarbonato en un frasco hermético si te sobra, aunque es mejor prepararla fresca.
Usa este método una vez al mes para mantener tu horno limpio sin necesidad de limpiadores agresivos.
Para evitar acumulación futura, coloca una bandeja recolectora al hornear alimentos que suelten mucha grasa.
Variantes:
