Repollo Frito con Tocino, Cebolla y Ajo: Una Receta Deliciosa y Reconfortante

Introducción
Si buscas una guarnición sabrosa y fácil de preparar, el repollo frito con tocino, cebolla y ajo es la opción perfecta. Esta receta combina la suavidad del repollo con el sabor crujiente del tocino y el aroma irresistible del ajo y la cebolla. Es una excelente manera de disfrutar las verduras con un toque de indulgencia, ideal para acompañar carnes, arroz o incluso como plato principal.

Ingredientes
Para preparar este delicioso platillo, necesitarás:

1 cabeza de repollo mediana, picada en tiras finas
6 tiras de tocino, cortadas en trozos pequeños
1 cebolla mediana, picada en julianas
3 dientes de ajo, picados finamente
2 cucharadas de mantequilla o aceite de oliva
Sal y pimienta al gusto
½ cucharadita de pimentón ahumado (opcional)
1 cucharada de vinagre de manzana (opcional, para un toque ácido)
Instrucciones
Cocinar el tocino: En una sartén grande a fuego medio, cocina el tocino hasta que esté dorado y crujiente. Retíralo de la sartén y colócalo sobre papel absorbente. Deja la grasa del tocino en la sartén.

Saltear la cebolla y el ajo: En la misma sartén con la grasa del tocino, añade la cebolla y sofríe hasta que esté transparente. Luego, agrega el ajo picado y cocina por unos 30 segundos hasta que suelte su aroma.

Añadir el repollo: Incorpora el repollo a la sartén y mézclalo bien con la cebolla y el ajo. Cocina a fuego medio-alto, revolviendo ocasionalmente, hasta que el repollo se ablande y tome un ligero color dorado (aproximadamente 8-10 minutos).

Condimentar: Agrega sal, pimienta y pimentón ahumado (si decides usarlo). Si deseas un toque de acidez, añade una cucharada de vinagre de manzana y mezcla bien.

Incorporar el tocino: Vuelve a añadir el tocino crujiente a la sartén y mezcla todo. Cocina por 2 minutos más para integrar los sabores.

Servir: Retira del fuego y disfruta caliente como guarnición o plato principal.

Consejos para Servir y Almacenar
Servir: Este plato es perfecto como acompañamiento de carnes asadas, pollo a la parrilla o incluso sobre arroz blanco. También puedes añadirle un huevo frito encima para un desayuno o cena completa.
Almacenar: Guarda las sobras en un recipiente hermético en el refrigerador por hasta 3 días. Para recalentar, usa una sartén a fuego medio o el microondas en intervalos cortos.
Congelar: Aunque se puede congelar, el repollo puede perder textura. Si decides hacerlo, guárdalo en porciones y descongélalo en el refrigerador antes de calentarlo.
Variantes

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