Introducción: Cada año, mi abuela me enviaba una receta que se convertía en la joya de nuestra familia. Siempre me agradecía por probarlas, pero yo nunca lograba anotarlas correctamente. ¡Hoy, finalmente he encontrado una receta que se aproxima mucho a las de antaño y quiero compartirla contigo! A lo largo de los años, estas recetas se han mantenido fieles a la tradición y siempre han sido la esencia de nuestras celebraciones. Espero que disfrutes de este delicioso legado tanto como lo hacía mi familia.
Ingredientes:
2 tazas de azúcar
1 taza de mantequilla derretida
4 huevos grandes
1 ½ tazas de harina de trigo
1 cucharadita de polvo de hornear
1 cucharadita de esencia de vainilla
1 pizca de sal
½ taza de leche
Frutas frescas al gusto (opcional)
Instrucciones:
Precalienta el horno a 180°C y engrasa ligeramente un molde para hornear.
En un bol grande, bate el azúcar con la mantequilla hasta que se forme una mezcla suave.
Añade los huevos uno a uno, batiendo bien después de cada adición.
En otro recipiente, mezcla la harina, el polvo de hornear y la sal.
Incorpora la mezcla de harina a la mezcla líquida, alternando con la leche, batiendo suavemente.
Agrega la esencia de vainilla y mezcla bien.
Si lo deseas, añade las frutas frescas.
Vierte la masa en el molde preparado y hornea durante 30-35 minutos o hasta que al insertar un palillo este salga limpio.
Deja enfriar antes de desmoldar y servir.
Consejos para servir y almacenar:
Sirve a temperatura ambiente o ligeramente tibio, con una taza de té o café para un toque especial.
Si lo prefieres, espolvorea un poco de azúcar glas por encima para un acabado elegante.
Guarda las sobras en un recipiente hermético a temperatura ambiente por hasta 3 días o en el refrigerador por hasta una semana.
Variantes:
