Introducción:
Las bolitas de ñame crujientes son una opción deliciosa y nutritiva, perfecta para compartir en reuniones familiares o como un acompañamiento único en tu menú diario. El ñame, un tubérculo lleno de beneficios para la salud, es el protagonista de esta receta, que, al combinarse con un toque de especias y un empanizado crujiente, se convierte en un plato irresistible. Te enseñamos cómo preparar estas bolitas fáciles de hacer y llenas de sabor.
Ingredientes:
2 ñames medianos
1 huevo
½ taza de pan rallado
1 cucharadita de ajo en polvo
1 cucharadita de cebolla en polvo
½ cucharadita de sal
½ cucharadita de pimienta negra
Aceite para freír (puede ser de girasol o canola)
½ taza de queso rallado (opcional)
1 cucharada de perejil fresco picado (opcional)
Instrucciones:
Preparar el ñame: Pela los ñames y córtalos en trozos medianos. Colócalos en una olla con agua y sal, y cocínalos durante 20-25 minutos o hasta que estén suaves.
Escurrir y triturar: Escurre bien el ñame y aplástalo con un tenedor o un triturador de papas hasta obtener un puré suave y sin grumos.
Formar la mezcla: Agrega al puré el huevo, el pan rallado, el ajo en polvo, la cebolla en polvo, la sal, la pimienta, y el queso rallado (si decides usarlo). Mezcla todo hasta que obtengas una masa homogénea.
Formar las bolitas: Con las manos, toma porciones pequeñas de la mezcla y forma bolitas del tamaño de una nuez.
Freír: Calienta el aceite en una sartén grande a fuego medio-alto. Cuando esté bien caliente, agrega las bolitas de ñame y fríelas hasta que estén doradas y crujientes, aproximadamente 3-4 minutos por cada lado.
Escurrir: Una vez listas, sácalas y colócalas en un plato con papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.
Consejos para servir y almacenar:
Servir: Las bolitas de ñame son perfectas como aperitivo o acompañamiento de carnes a la parrilla, ensaladas frescas o salsas a base de yogur. Puedes acompañarlas con una salsa de tu preferencia, como mayonesa de ajo o una salsa picante.
Almacenar: Si te sobra alguna bolita, puedes guardarlas en un recipiente hermético en el refrigerador por hasta 2 días. Para recalentarlas, puedes ponerlas en una sartén con un poco de aceite para devolverles su textura crujiente.
Variantes: