Introducción:
Este plato es una excelente opción para una comida equilibrada y deliciosa. El pollo jugoso se cocina en sartén, mientras que las patatas se asan a la perfección, acompañadas de unas frescas judías verdes. Con un toque de especias, esta receta es ideal para disfrutar en cualquier ocasión. Además, se puede adaptar fácilmente a tus preferencias personales, ¡un verdadero festín para los amantes de la comida casera!
Ingredientes (Para 4 personas):
4 pechugas de pollo (o muslos deshuesados)
4 patatas medianas, peladas y cortadas en cubos
300 g de judías verdes, limpias y cortadas
2 dientes de ajo picados
1 cucharada de aceite de oliva
1 cucharadita de pimentón dulce
1 cucharadita de tomillo seco
Sal y pimienta al gusto
Jugo de 1 limón
1 cucharada de mantequilla (opcional)
Perejil fresco picado para decorar
Instrucciones:
Preparar las patatas:
Precalienta el horno a 200°C. Coloca las patatas cortadas en una bandeja para hornear, rocía con aceite de oliva, sal, pimienta y pimentón. Hornea durante 30-35 minutos o hasta que estén doradas y tiernas, removiendo a la mitad del tiempo.
Cocinar las judías verdes:
Mientras las patatas se hornean, hierve las judías verdes en agua con sal durante 5-7 minutos hasta que estén tiernas pero crujientes. Escurre y resérvalas.
Cocinar el pollo:
Calienta una sartén grande con una cucharada de aceite de oliva. Sazona las pechugas de pollo con sal, pimienta y tomillo. Cocina el pollo durante 6-7 minutos por lado hasta que esté dorado y bien cocido. Retira y reserva.
Preparar la salsa (opcional):
En la misma sartén, añade los dientes de ajo picados y cocina por 1 minuto. Agrega el jugo de limón y una cucharada de mantequilla para crear una salsa suave. Vierte sobre el pollo.
Montar el plato:
Sirve el pollo en un plato con las patatas asadas y las judías verdes al lado. Decora con perejil fresco.
Consejos para servir y almacenar:
Para servir: Este plato se puede acompañar de una ensalada fresca o de arroz si deseas añadir más carbohidratos.
Para almacenar: Guarda las sobras en un recipiente hermético en el refrigerador por hasta 3 días. El pollo y las patatas pueden recalentarse fácilmente en el microondas o en una sartén.
Variantes:
Versión sin pollo: Si prefieres una opción vegetariana, sustituye el pollo por tofu firme o seitán, y cocina de la misma manera.
Patatas aromatizadas: Puedes agregar hierbas frescas como romero o albahaca a las patatas para un toque extra de sabor.
Agrega otros vegetales: Puedes incluir zanahorias, calabacines o pimientos asados para hacer el plato más colorido y variado.
Preguntas frecuentes:
¿Puedo utilizar muslos de pollo en lugar de pechugas? Sí, los muslos de pollo también son una excelente opción para esta receta. Solo asegúrate de cocinarlos completamente hasta que alcancen una temperatura interna de 75°C.
¿Puedo hacer las patatas en la freidora de aire? ¡Por supuesto! La freidora de aire es una opción más rápida y saludable. Cocina las patatas a 180°C durante 20-25 minutos, agitando a la mitad del tiempo.
¿Se puede preparar este plato con anticipación? Sí, puedes cocinar todo con anticipación y refrigerar. El pollo y las patatas se mantienen bien durante un par de días y pueden recalentarse fácilmente.
Título de la receta alternativa:
“Pasta Vegana con Ajo y Parmesano: Sencillez y Sabor en Cada Bocado”
Introducción:
La pasta vegana con ajo y parmesano es un plato rápido, fácil y lleno de sabor. Ideal para aquellos que buscan una opción ligera pero satisfactoria, esta receta convierte ingredientes sencillos en una comida reconfortante. A pesar de ser completamente libre de productos animales, el resultado es tan delicioso que todos, sin importar sus preferencias dietéticas, disfrutarán de este plato.
Ingredientes (Para 2 personas):
200 g de pasta integral o sin gluten
3 dientes de ajo picados
3 cucharadas de aceite de oliva
2 cucharadas de levadura nutricional (para un sabor tipo parmesano)
1 cucharadita de jugo de limón
Sal y pimienta al gusto
Hojas de albahaca fresca (opcional)
Pimientos rojos secos (opcional)
Instrucciones:
Cocinar la pasta:
Cocina la pasta según las instrucciones del paquete. Una vez cocida, reserva 1/4 de taza de agua de la cocción y escurre el resto.
Preparar el ajo:
Mientras la pasta se cocina, calienta el aceite de oliva en una sartén grande. Agrega el ajo picado y cocina a fuego medio-bajo hasta que se dore, aproximadamente 2-3 minutos.
Mezclar con la pasta:
Agrega la pasta cocida a la sartén con el ajo, junto con el agua reservada de la cocción. Remueve bien para que la pasta se mezcle con el aceite y el ajo.
Añadir el “parmesano”:
Agrega la levadura nutricional, el jugo de limón, sal y pimienta. Remueve bien hasta que todo esté bien integrado.
Servir:
Sirve caliente, adorna con albahaca fresca y un toque de pimientos rojos secos si lo deseas.
Consejos para servir y almacenar:
Para servir: Acompaña con una ensalada de hojas verdes y un toque de pan tostado para una comida completa.
Para almacenar: Guarda las sobras en un recipiente hermético por hasta 2 días. Recalienta en una sartén con un chorrito de aceite para mantener la textura.
Variantes: