Introducción
El vinagre de manzana ha sido utilizado durante siglos por sus múltiples beneficios para la salud y su versatilidad en la cocina. Rico en antioxidantes y ácidos naturales, este ingrediente se ha convertido en un básico en muchos hogares. Desde mejorar la digestión hasta potenciar el sabor de las comidas, el vinagre de manzana es un complemento ideal para cualquier dieta. A continuación, exploraremos sus propiedades y cómo incorporarlo de manera efectiva en tus recetas.
Ingredientes
Para preparar una versión casera de vinagre de manzana, necesitarás:
4 manzanas orgánicas (o restos de manzana como cáscaras y corazones)
4 tazas de agua filtrada
3 cucharadas de azúcar o miel
1 frasco de vidrio grande
Un paño limpio o una tapa con orificios
Instrucciones
Lava bien las manzanas y córtalas en trozos pequeños. Si usas restos de manzana, asegúrate de que estén frescos y sin moho.
Coloca los trozos de manzana en el frasco de vidrio.
Disuelve el azúcar en el agua filtrada y vierte la mezcla en el frasco hasta cubrir las manzanas.
Cubre el frasco con un paño limpio o una tapa perforada para permitir la fermentación.
Deja reposar en un lugar oscuro y cálido durante 3-4 semanas, removiendo ocasionalmente.
Una vez que el líquido se vuelva oscuro y tenga un aroma ácido, cuélalo y transfiérelo a una botella limpia.
Deja reposar una semana más antes de usarlo.
Consejos para servir y almacenar
Para aderezos: Mezcla una cucharada de vinagre de manzana con aceite de oliva, mostaza y especias para un aderezo saludable.
En bebidas: Diluye una cucharada en un vaso de agua con miel para un tónico digestivo.
Almacenamiento: Guarda en un frasco de vidrio con tapa en un lugar fresco y oscuro. Puede durar meses sin necesidad de refrigeración.
Variantes
