Bolsitas de pizza con queso caseras: Deliciosas y fáciles de hacer en casa

Introducción:
Las bolsitas de pizza con queso son una opción divertida y sabrosa para disfrutar de una pizza en una versión más práctica y creativa. Estas pequeñas delicias rellenas de queso derretido y masa crujiente son ideales para compartir en una reunión, como aperitivo o incluso como merienda. Con pocos ingredientes y una preparación sencilla, podrás disfrutar de un sabor irresistible sin necesidad de tener una pizza tradicional. Además, puedes personalizarlas con tus ingredientes favoritos para darles un toque único. ¡Descubre cómo hacerlas en casa!

Ingredientes:

1 masa de pizza (puede ser comprada o casera)
200 g de queso mozzarella rallado
100 g de queso cheddar rallado
1/2 taza de salsa de tomate
1 cucharadita de orégano seco
1 cucharadita de ajo en polvo (opcional)
Aceite de oliva (para pincelar)
Sal y pimienta al gusto
Instrucciones:

Precalienta el horno a 180°C (350°F).
Extiende la masa de pizza sobre una superficie plana y córtala en círculos o cuadrados pequeños, dependiendo del tamaño que desees para las bolsitas.
En el centro de cada trozo de masa, coloca una cucharada de salsa de tomate y una cantidad generosa de los quesos rallados.
Si lo deseas, añade un toque de orégano y ajo en polvo para darle más sabor.
Doble cada trozo de masa por la mitad, formando una bolsita. Asegúrate de sellar bien los bordes presionando con los dedos o un tenedor.
Coloca las bolsitas en una bandeja para hornear previamente enharinada o forrada con papel manteca.
Pincela cada bolsita con aceite de oliva y hornea durante 15-20 minutos o hasta que estén doradas y crujientes.
Deja enfriar unos minutos y sirve caliente.
Consejos para servir y almacenar:

Sirve las bolsitas de pizza con una salsa extra para mojar, como salsa de tomate, salsa barbacoa o incluso una salsa de ajo.
Puedes acompañarlas con una ensalada fresca para balancear el platillo.
Si te sobra alguna, puedes almacenarlas en un recipiente hermético en el refrigerador por hasta 2 días. Para recalentarlas, simplemente colócalas en el horno a baja temperatura o en una sartén para que queden crujientes nuevamente.
Variantes:

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