Brochetas de pollo a la parrilla: Un platillo delicioso y lleno de sabor para compartir

Introducción
Las brochetas de pollo a la parrilla son una opción deliciosa y fácil de preparar para cualquier ocasión. Ya sea para una cena familiar, una reunión con amigos o una fiesta al aire libre, estas brochetas combinan jugosidad y sabor en cada bocado. Además, al ser tan versátiles, puedes adaptarlas a los gustos de todos. Sigue esta receta paso a paso y disfruta de un platillo sabroso que te hará quedar como un experto en la parrilla.

Ingredientes

500 g de pechuga de pollo (cortada en trozos medianos)
1 pimiento rojo (cortado en trozos grandes)
1 pimiento verde (cortado en trozos grandes)
1 cebolla morada (cortada en trozos grandes)
2 cucharadas de aceite de oliva
1 cucharada de salsa de soja
1 cucharadita de ajo en polvo
1 cucharadita de pimentón dulce
Sal y pimienta al gusto
Palitos de brocheta (remojados en agua si son de madera)
Instrucciones

En un tazón grande, mezcla el aceite de oliva, la salsa de soja, el ajo en polvo, el pimentón, la sal y la pimienta.
Agrega los trozos de pollo y mezcla bien para que se impregnen con la marinada.
Cubre el tazón y deja reposar el pollo en la marinada durante al menos 30 minutos (puedes dejarlo más tiempo si lo prefieres más sabroso).
Mientras se marina el pollo, ensarta los trozos de pollo alternando con los pimientos y la cebolla en los palitos de brocheta.
Precalienta la parrilla a fuego medio-alto.
Coloca las brochetas en la parrilla y cocina durante unos 8-10 minutos, girándolas cada 2-3 minutos para que se cocinen de manera uniforme y queden doradas.
Una vez que el pollo esté bien cocido y jugoso, retira las brochetas del fuego y sirve de inmediato.
Consejos para servir y almacenar

Sirve las brochetas de pollo con una guarnición de arroz, ensalada fresca o pan de pita.
Si deseas, puedes acompañarlas con una salsa de yogur o una salsa barbacoa para un toque extra de sabor.
Las brochetas sobrantes se pueden almacenar en un recipiente hermético en el refrigerador durante 2-3 días. También puedes congelarlas para disfrutar más tarde, pero asegúrate de descongelarlas bien antes de recalentarlas.
Variantes

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