Buñuelos de Calabacín con Queso: Una Deliciosa Combinación de Sabores y Texturas

Introducción

Los buñuelos de calabacín con queso son una receta deliciosa y saludable, perfecta para disfrutar como aperitivo, acompañamiento o incluso como plato principal en una comida ligera. Su textura crujiente por fuera y suave por dentro, junto con el sabor fresco del calabacín y la cremosidad del queso, los convierte en un bocado irresistible. Además, son fáciles de hacer y se pueden preparar rápidamente, lo que los convierte en una opción ideal para cualquier ocasión. Si aún no los has probado, ¡te sorprenderá lo sabrosos que son!

Ingredientes:

  • 2 calabacines medianos
  • 150 g de queso rallado (puede ser queso manchego, mozzarella o queso parmesano)
  • 2 huevos
  • 100 g de harina
  • 1 cucharadita de polvo de hornear
  • 1 diente de ajo picado finamente
  • Sal y pimienta al gusto
  • Aceite de oliva para freír
  • Unas ramitas de perejil o albahaca fresca (opcional, para decorar)

Instrucciones:

  1. Preparar el calabacín: Lava los calabacines y córtalos en trozos pequeños. Ralla el calabacín utilizando un rallador grueso y colócalo en un colador para que suelte el exceso de agua. Deja reposar durante unos minutos y luego presiona ligeramente con las manos para eliminar el agua restante.

  2. Mezclar los ingredientes: En un bol grande, bate los huevos y agrega el queso rallado, el ajo picado, la harina, el polvo de hornear, la sal y la pimienta. Mezcla bien hasta que obtengas una masa homogénea. Agrega el calabacín rallado y mézclalo bien con la masa hasta que todos los ingredientes estén bien integrados.

  3. Freír los buñuelos: Calienta una sartén con aceite de oliva a fuego medio-alto. Con la ayuda de una cuchara, forma pequeñas porciones de la masa y colócalas cuidadosamente en el aceite caliente. Fría los buñuelos durante 2-3 minutos por cada lado, o hasta que estén dorados y crujientes. Retira los buñuelos de la sartén y colócalos sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.

  4. Servir: Sirve los buñuelos de calabacín con queso calientes, decorados con algunas hojas de perejil o albahaca fresca, si lo deseas. Puedes acompañarlos con una salsa de yogur o una salsa de tomate casera para un toque extra de sabor.

Consejos de presentación y almacenamiento:

  • Presentación: Los buñuelos de calabacín con queso pueden presentarse en un plato grande con una ramita de hierba fresca por encima para añadir color y frescura. También puedes acompañarlos con una salsa ligera de yogur con ajo y limón para hacerlos más sabrosos.
  • Almacenamiento: Si te sobran buñuelos, guárdalos en un recipiente hermético en el refrigerador. Se mantienen bien durante 2-3 días. Para recalentarlos, simplemente colócalos en una sartén a fuego bajo por unos minutos para que queden crujientes nuevamente. También puedes congelarlos antes de freírlos. Para hacerlo, colócalos en una bandeja, congélalos y luego guárdalos en una bolsa hermética para congelar. Cuando los necesites, solo tendrás que freírlos directamente sin descongelar.

Variaciones:

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