Callos guisados: Receta casera de un plato humilde, delicioso y reconfortante

Incorporar el tomate: Agregar el tomate rallado y cocinar hasta que reduzca y se concentre.
Añadir los callos y las especias: Incorporar los callos escaldados, el pimentón, el comino, la sal y la pimienta. Mezclar bien.
Cocción lenta: Verter el vino blanco y dejar que se evapore el alcohol. Luego, agregar el caldo y la hoja de laurel. Si se usan garbanzos, incorporarlos en este momento. Cocinar a fuego lento durante 2-3 horas, removiendo ocasionalmente, hasta que los callos estén bien tiernos.
Reposo: Dejar reposar el guiso al menos una hora antes de servir para potenciar los sabores.
Consejos para servir y almacenar
Sirve los callos bien calientes, acompañados de pan crujiente o arroz blanco.
Se pueden guardar en la nevera hasta 3 días; de hecho, saben mejor al día siguiente.
Para congelar, usa un recipiente hermético y consúmelos en un máximo de 3 meses.
Variantes
Estilo madrileño: Se añade morcilla y se espesa con harina.
Con patatas: Para una versión más sustanciosa, incorpora patatas cortadas en cubos en los últimos 30 minutos de cocción.
Picantes: Agrega una guindilla o un toque de cayena para un toque más intenso.
Preguntas frecuentes
¿Cómo limpiar los callos correctamente?
Lávalos bien con agua y un poco de vinagre o limón. Luego, hiérvelos durante 10 minutos y escurre antes de cocinarlos.

¿Puedo hacer esta receta en olla exprés?
Sí, reduce el tiempo de cocción a 45-50 minutos en la olla rápida.

¿Con qué se pueden acompañar los callos?
Pan rústico, arroz blanco o incluso unas patatas fritas son opciones perfectas.

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