Hornear (opcional): Si lo prefieres, coloca los canelones en una fuente para horno, cúbrelos con salsa de tomate y hornea a 180°C durante 15 minutos para que se impregnen bien los sabores.
Servir: Sirve caliente, decorado con hojas de albahaca fresca para un toque aromático.
Consejos para servir y almacenar:
Puedes acompañar los canelones con una ensalada fresca de hojas verdes para una comida completa.
Si prefieres un plato más ligero, omite la salsa de tomate y disfruta del sabor natural de los ingredientes.
Los canelones se pueden almacenar en el refrigerador durante 2-3 días. Para recalentar, simplemente colócalos en el microondas o en el horno a baja temperatura.
Variantes:
Con proteínas: Puedes agregar pechuga de pollo desmenuzada al relleno de espinaca para una versión más proteica.
Sin lácteos: Sustituye la ricotta y el queso parmesano por alternativas veganas como tofu o queso de almendras.
Con otras verduras: Si no tienes espinacas, puedes probar con acelga, brócoli o incluso champiñones.
Preguntas frecuentes:
¿Puedo hacer los canelones con zanahorias crudas? No es recomendable, ya que las zanahorias crudas pueden ser demasiado duras para enrollarlas correctamente. Cocinarlas previamente garantiza que se ablanden y sean más fáciles de manejar.
¿Puedo usar otras salsas además de la de tomate? ¡Claro! Puedes optar por una salsa blanca, de pesto, o incluso simplemente disfrutar los canelones con un chorrito de aceite de oliva y hierbas frescas.
¿Puedo congelar estos canelones? Sí, puedes congelar los canelones antes de hornearlos. Asegúrate de envolverlos bien en papel film o colocarlos en un recipiente hermético. Al momento de comerlos, solo debes hornearlos directamente desde el congelador, añadiendo un poco más de tiempo de cocción.