Introducción: El caramelo casero es uno de esos dulces que, al prepararlo, llena de calidez la cocina con su aroma. Esta receta sencilla pero deliciosa te permitirá disfrutar de un caramelo suave, cremoso y lleno de sabor, perfecto para acompañar postres, helados o simplemente para saborear solo. Con esta receta, aprenderás a crear un caramelo perfecto, sin complicaciones y con resultados profesionales.
Ingredientes:
200 g de azúcar blanca
100 g de mantequilla sin sal
120 ml de nata líquida (crema para batir)
1 cucharadita de extracto de vainilla
1 pizca de sal (opcional)
Instrucciones:
En una sartén grande, coloca el azúcar a fuego medio. Revuelve constantemente con una cuchara de madera hasta que el azúcar se derrita y tome un color dorado. Ten cuidado de no dejar que el azúcar se queme.
Una vez que el azúcar esté derretido, agrega la mantequilla de inmediato y revuelve hasta que se derrita por completo. La mezcla burbujeará, pero sigue removiendo con cuidado.
Con cuidado, agrega la nata líquida a la mezcla, batiendo bien para evitar que se formen grumos. Cocina a fuego lento durante unos 2-3 minutos para espesar el caramelo.
Retira del fuego y agrega el extracto de vainilla. Si deseas un toque salado, añade una pizca de sal al gusto.
Deja que el caramelo se enfríe durante unos minutos antes de usarlo, ya que al enfriarse se espesará un poco más.
Consejos para servir y almacenar:
Sirve el caramelo caliente sobre postres como helados, pasteles o pancakes.
Si prefieres un caramelo más espeso, deja que se enfríe por completo antes de usarlo.
Para almacenar el caramelo, guarda en un recipiente hermético a temperatura ambiente durante una semana, o en el refrigerador por hasta dos semanas. Si está refrigerado, vuelve a calentarlo a fuego bajo antes de usarlo.
Variaciones: