Introducción:
A veces, lo más simple es lo más delicioso. Si tienes poco tiempo para cocinar y solo unos pocos ingredientes en la despensa, no te preocupes: con solo tres ingredientes, puedes crear una cena sabrosa y satisfactoria. Este artículo te mostrará cómo esos ingredientes básicos pueden convertirse en platos irresistibles con solo un poco de creatividad. Prepárate para sorprenderte con lo que puedes lograr.
Ingredientes:
Pasta (puede ser cualquier tipo de tu preferencia, como espaguetis, penne o fettuccine)
Tomate (puede ser fresco o en puré)
Queso rallado (el que más te guste: parmesano, mozzarella, cheddar, etc.)
Instrucciones:
Cocina la pasta: Hierve una cantidad generosa de agua con sal en una olla. Una vez que el agua esté hirviendo, añade la pasta y cocina según las indicaciones del paquete hasta que esté al dente. Escurre y reserva un poco del agua de la cocción.
Prepara la salsa: Mientras la pasta se cocina, calienta una sartén a fuego medio y añade los tomates picados o el puré de tomate. Cocina durante unos 5 minutos hasta que el tomate esté suave y haya soltado su jugo. Si prefieres una salsa más líquida, puedes añadir un poco del agua de cocción de la pasta.
Combina: Añade la pasta cocida a la sartén con la salsa y mezcla bien para que se impregne de los sabores. Agrega el queso rallado y revuelve hasta que se derrita y se integre en la pasta. Si lo deseas más cremoso, añade un poco más de queso o un chorrito de crema (opcional, pero es una buena variación).
Consejos para servir y almacenar:
Servir: Sirve la pasta caliente con un poco más de queso rallado por encima. Puedes acompañarla con pan de ajo o una ensalada fresca para una comida completa.
Almacenar: Si te sobra, guarda la pasta en un recipiente hermético en el refrigerador por hasta 2-3 días. Para recalentar, simplemente agrega un poco de agua o leche a la sartén y calienta a fuego bajo para devolverle su suavidad.
Variaciones:
