Introducción
El limón es un cítrico versátil y esencial en la cocina que aporta sabor y frescura a una infinidad de platos. Sin embargo, conservar su frescura y propiedades por más tiempo puede ser un desafío. En este artículo, exploraremos trucos prácticos y consejos para almacenar limones de manera óptima, manteniéndolos frescos y listos para su uso.
Ingredientes
Limones frescos
Bolsas de plástico herméticas o recipientes con tapa
Papel absorbente
Agua
Instrucciones
Refrigeración básica:
Coloca los limones enteros en una bolsa de plástico hermética con pequeñas perforaciones para permitir la circulación de aire. Guárdalos en el cajón de verduras del refrigerador.
Método del agua:
Introduce los limones en un recipiente con agua fría, asegurándote de que estén completamente sumergidos. Cambia el agua cada dos días para mantener su frescura.
Papel absorbente:
Si los limones están cortados, envuélvelos en papel absorbente húmedo antes de almacenarlos en un recipiente hermético dentro del refrigerador.
Congelación:
Si deseas conservarlos a largo plazo, corta los limones en rodajas, colócalos en una bandeja cubierta con papel encerado y congélalos. Luego, transfiérelos a una bolsa para congelar.