Secado y toque final: Después de limpiar, seca todas las superficies con una toalla de papel o un trapo limpio para evitar marcas de agua. Si deseas un toque fresco, puedes frotar un poco de limón sobre las superficies.
Sugerencias para servir y conservar:
Una estufa limpia no solo hace que tu cocina luzca más ordenada, sino que también previene la acumulación de grasa que podría afectar el rendimiento de los quemadores. Para mantenerla impecable durante más tiempo, realiza una limpieza ligera después de cada uso, especialmente en las áreas más propensas a la grasa.
Variante:
Si prefieres un limpiador natural y sin vinagre, puedes utilizar una pasta de bicarbonato de sodio y agua para limpiar manchas difíciles. También puedes probar con un limpiador ecológico comercial que sea apto para superficies de cocina.
Preguntas frecuentes:
¿Puedo usar productos abrasivos para limpiar la estufa? Se recomienda evitar productos abrasivos fuertes ya que pueden rayar las superficies de la estufa. Opta por limpiadores suaves como el bicarbonato de sodio.
¿Cómo limpiar las perillas de la estufa? Las perillas pueden limpiarse con la misma mezcla de vinagre y agua. Si están muy sucias, puedes retirarlas y dejarlas reposar en agua con jabón.
¿Es necesario limpiar la estufa después de cada uso? Aunque no es estrictamente necesario, limpiar la estufa después de cada uso ayudará a prevenir la acumulación de suciedad y grasa. Una limpieza ligera puede ser suficiente para mantenerla en buen estado.
Este enfoque simple y natural asegura que tu estufa se vea siempre como nueva con poco esfuerzo y productos fáciles de encontrar.