Introducción: La presión del agua de la ducha puede verse afectada por diversas razones, desde la acumulación de minerales hasta la obstrucción de los orificios del cabezal. Si alguna vez te has sentido frustrado por una ducha de baja presión, esta guía te ayudará a desbloquear los orificios del cabezal y restaurar una presión de agua potente y consistente. Aquí descubrirás pasos fáciles para mejorar la experiencia de tu ducha.
Ingredientes:
Limón o vinagre blanco
Agua caliente
Cepillo de cerdas suaves
Bicarbonato de sodio (opcional)
Bolsa plástica o envoltura adhesiva (si necesitas sumergir el cabezal)
Guantes de limpieza (opcional)
Instrucciones:
Desmonta el cabezal: Usando una llave inglesa o a mano (dependiendo del modelo), desmonta el cabezal de la ducha.
Limpieza con vinagre o limón: Llena un recipiente con una mezcla de agua caliente y vinagre blanco o jugo de limón. Si prefieres, también puedes sumergir el cabezal en una bolsa plástica con la mezcla de vinagre o limón durante unas horas. Esto ayudará a deshacer los depósitos de calcio y minerales.
Cepillado: Usa un cepillo de cerdas suaves para frotar suavemente los orificios del cabezal y eliminar los residuos de agua dura.
Bicarbonato de sodio: Si la acumulación es muy severa, espolvorea bicarbonato de sodio sobre el cabezal después de sumergirlo y cepíllalo de nuevo.
Secado y montaje: Deja secar el cabezal completamente antes de volver a montarlo en la ducha.
Consejos para servir y almacenar:
Si la presión sigue baja después de la limpieza, verifica si hay obstrucciones en las tuberías o el sistema de fontanería que puedan estar afectando el flujo de agua.
Mantén tu cabezal limpio realizando este procedimiento cada 3 a 6 meses, dependiendo de la dureza del agua en tu zona.
Para prevenir la acumulación de minerales, puedes usar filtros para la ducha.
Variantes:
