Delicia en cada bocado: Guirnalda de hojaldre con salmón y queso cremoso

Introducción

La guirnalda de hojaldre con salmón es una opción elegante y deliciosa para sorprender a tus invitados en cualquier ocasión especial. Su textura crujiente, combinada con el sabor suave del salmón y el queso cremoso, la convierte en una elección perfecta para aperitivos o platos principales. Además, su presentación en forma de guirnalda la hace visualmente atractiva y sofisticada.

Ingredientes:

1 lámina de masa de hojaldre

200 g de salmón ahumado

150 g de queso crema

1 cucharadita de eneldo fresco o seco

1 huevo batido (para barnizar)

1 cucharada de semillas de sésamo o amapola (opcional)

Pimienta negra al gusto

Ralladura de limón (opcional, para un toque de frescura)

Instrucciones:

Preparar la base: Extiende la masa de hojaldre sobre una superficie limpia y forma un círculo grande. Para facilitar el montaje, marca un círculo más pequeño en el centro con un bol o un vaso grande sin cortar completamente.

Añadir el relleno: Mezcla el queso crema con el eneldo y la pimienta negra. Unta esta mezcla sobre la parte externa del círculo de hojaldre.

Colocar el salmón: Distribuye las lonchas de salmón ahumado sobre la crema de queso, asegurándote de que quede bien repartido.

Formar la guirnalda: Corta el centro del círculo en varios triángulos (como si estuvieras cortando una pizza, pero solo hasta la parte donde termina el relleno). Luego, toma cada triángulo del centro y llévalo hacia afuera, cubriendo parcialmente el relleno y formando una especie de trenza circular.

Barnizar y decorar: Pinta la superficie con huevo batido y espolvorea semillas de sésamo o amapola para darle un acabado crujiente y decorativo.

Hornear: Precalienta el horno a 200ºC y hornea la guirnalda durante 20-25 minutos o hasta que esté dorada y crujiente.

Servir: Deja enfriar unos minutos antes de servir para que los sabores se asienten.

Consejos para servir y almacenar:

Sirve la guirnalda de hojaldre tibia, acompañada de una ensalada fresca o una salsa de yogur y eneldo.

Si te sobra, guárdala en un recipiente hermético en el refrigerador por hasta dos días. Para recalentarlo, colócalo en el horno a 180ºC por unos minutos para devolverle su textura crujiente.

Variaciones:

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