Introducción:
La Navidad es la época perfecta para disfrutar de dulces especiales y festivos, y qué mejor que hacerlo con una receta fácil y encantadora como la crema navideña en tarro. Este postre es ideal para servir en pequeñas porciones individuales y deleitar a tus invitados con un sabor suave y cremoso. La combinación de sabores tradicionales navideños en un formato tan práctico y bonito lo convierte en una opción irresistible para estas fiestas. ¡Vamos a prepararlo y a sorprender a todos con este delicioso manjar!
Ingredientes:
500 ml de nata líquida (crema para batir)
200 g de leche condensada
1 cucharadita de esencia de vainilla
100 g de chocolate blanco
1 cucharada de canela en polvo
50 g de almendras troceadas (opcional)
Un puñado de frutos rojos para decorar (arándanos, frambuesas, fresas)
Instrucciones:
En una cacerola mediana, calienta la nata líquida a fuego lento, sin que llegue a hervir.
Añade la leche condensada y la esencia de vainilla, y mezcla bien hasta que se integren.
Agrega el chocolate blanco troceado y remueve constantemente hasta que se derrita completamente.
Incorpora la canela en polvo y mezcla bien. Deja que la mezcla repose durante unos minutos para que adquiera una textura suave y homogénea.
Mientras tanto, esteriliza los tarros donde vas a servir la crema. Esto puedes hacerlo hirviéndolos en agua durante unos minutos o pasándolos por el lavavajillas a alta temperatura.
Una vez que la crema haya enfriado un poco, distribúyela en los tarros. Si lo deseas, añade almendras troceadas dentro de la crema para darle un toque crocante.
Deja enfriar completamente en el refrigerador durante al menos 3 horas antes de servir.
Antes de servir, decora con frutos rojos frescos para darle un toque navideño.
Consejos para servir y almacenar:
Puedes preparar este postre con anticipación y dejarlo en la nevera para que los sabores se mezclen bien.
Si prefieres un toque aún más festivo, añade un poco de chocolate rallado o espolvorea canela extra por encima antes de servir.
Para almacenarlo, asegúrate de que los tarros estén bien cerrados y guárdalos en el refrigerador. Pueden durar hasta 3 días frescos.
Variantes:
