Introducción:
¿Te imaginas disfrutar de unos suaves panecillos de pretzel con queso derretido en su interior? Estos panecillos son la mezcla perfecta entre la textura esponjosa del pretzel tradicional y el delicioso sabor cremoso del queso. Son ideales como aperitivo, acompañamiento o incluso como una merienda satisfactoria. Con pocos ingredientes y una receta sencilla, puedes disfrutar de este manjar en la comodidad de tu hogar. ¡Sigue leyendo para descubrir cómo hacerlos!
Ingredientes:
500 g de harina de trigo
1 cucharadita de sal
1 cucharadita de azúcar
25 g de levadura fresca
300 ml de agua tibia
2 cucharadas de mantequilla derretida
200 g de queso crema o queso cheddar rallado
1 huevo (para pincelar los panecillos)
Sal gruesa para decorar (opcional)
Instrucciones:
Preparar la masa: En un bol grande, mezcla la harina, sal y azúcar. Disuelve la levadura en el agua tibia y añádela a la mezcla de harina. Agrega la mantequilla derretida y mezcla bien hasta obtener una masa suave. Amasa durante unos 10 minutos hasta que la masa esté elástica y suave.
Dejar reposar: Cubre la masa con un paño limpio y déjala reposar en un lugar cálido durante 1 hora, o hasta que haya duplicado su tamaño.
Formar los panecillos: Divide la masa en pequeñas porciones y forma bolitas o pequeños panes alargados, dependiendo de tu preferencia. Haz un pequeño hueco en el centro de cada panecillo y rellénalo con el queso crema o el queso rallado.
Hornear: Precalienta el horno a 180°C. Coloca los panecillos en una bandeja de horno previamente enharinada y pincélalos con el huevo batido. Si deseas, puedes espolvorear un poco de sal gruesa por encima. Hornea durante 15-20 minutos o hasta que estén dorados y crujientes.
Disfrutar: Sírvelos calientes, ideales para acompañar una sopa o como tentempié por sí solos.
Consejos para servir y almacenar:
Servir: Estos panecillos de pretzel son perfectos para acompañar una sopa de cebolla o de tomate. También se pueden disfrutar con salsa de mostaza o una salsa de queso.
Almacenar: Si sobra alguno, guárdalo en un recipiente hermético para que se mantenga fresco durante 2-3 días. Si quieres mantenerlos frescos por más tiempo, puedes congelarlos y luego calentarlos en el horno.
Variaciones: