Introducción
Las orquídeas son una de las flores más elegantes y apreciadas en el mundo de la jardinería. Sin embargo, mantenerlas vibrantes y floreciendo durante meses puede parecer un desafío. Los floristas tienen un truco infalible que ayuda a prolongar la vida de estas flores y mantenerlas en su máximo esplendor. En este artículo, te revelaremos la técnica secreta que utilizan los expertos para cuidar las orquídeas y asegurarte de que florezcan de manera saludable y duradera.
Ingredientes
Aunque no se trata de una receta culinaria, el cuidado de las orquídeas requiere algunos elementos esenciales:
Una orquídea saludable (Phalaenopsis es una de las más fáciles de cuidar)
Agua filtrada o de lluvia
Fertilizante específico para orquídeas
Musgo sphagnum o corteza de pino
Maceta con buen drenaje
Tijeras de podar desinfectadas
Instrucciones
Revisión y poda: Después de la floración, los floristas inspeccionan la planta y eliminan cualquier tallo seco o amarillo. Si la vara floral sigue verde, la podan justo por encima de un nudo para estimular un nuevo crecimiento.
Riego adecuado: En lugar de regar en exceso, los expertos colocan la maceta en un recipiente con agua durante unos 10-15 minutos, asegurándose de que el sustrato absorba la cantidad necesaria sin encharcarse.
Ubicación estratégica: Colocar la orquídea en un lugar con luz indirecta brillante y buena ventilación es clave. Evita la luz solar directa, ya que puede quemar las hojas.
Humedad y temperatura: Mantener un nivel de humedad del 50-70% es esencial. Un truco común es colocar la maceta sobre un plato con piedras y agua para aumentar la humedad sin mojar las raíces.
Fertilización regular: Aplicar un fertilizante específico para orquídeas cada dos semanas durante la temporada de crecimiento (primavera y verano) ayuda a fortalecer la planta y prolongar la floración.
Cambio de sustrato: Cada 1 o 2 años, los floristas reemplazan el sustrato para evitar la acumulación de sales minerales y garantizar una correcta oxigenación de las raíces.
Consejos para mantener las orquídeas saludables
No riegues en exceso. Es mejor quedarse corto con el agua que ahogar las raíces.
Limpia las hojas periódicamente. Un paño húmedo ayuda a eliminar el polvo y a mantenerlas brillantes.
Evita los cambios bruscos de temperatura. Mantén la planta lejos de corrientes de aire y calefactores.
Variaciones en el cuidado según la especie
