Introducción
La sandía es una fruta deliciosa, refrescante y llena de beneficios para la salud. Rica en agua, vitaminas y minerales, se convierte en la opción perfecta para hidratarse, especialmente en climas cálidos. Además, sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorias contribuyen a la salud general, convirtiéndola en un aliado natural para mantener un cuerpo saludable. Hoy exploraremos una receta fácil y sabrosa que aprovecha al máximo sus propiedades nutricionales.
Ingredientes
2 tazas de sandía fresca en cubos
1 taza de pepino pelado y en rodajas finas
1 cucharada de jugo de limón fresco
Hojas de menta al gusto
1 cucharadita de miel (opcional)
1 pizca de sal (opcional)
Instrucciones
Lava y corta la sandía en cubos pequeños. Asegúrate de retirar las semillas si es necesario.
Pela y corta el pepino en rodajas finas.
En un bol grande, mezcla la sandía y el pepino. Agrega el jugo de limón y mezcla bien para que todos los ingredientes se impregnen.
Añade hojas de menta fresca al gusto para dar un toque refrescante.
Si prefieres un toque dulce, agrega una cucharadita de miel y una pizca de sal para realzar los sabores.
Deja reposar en el refrigerador por unos 15 minutos antes de servir para que los sabores se mezclen.
Consejos para servir y almacenar
Esta receta es ideal para servir como aperitivo o como acompañante de platos principales, especialmente en días calurosos.
Para almacenarla, guarda la mezcla en un recipiente hermético en el refrigerador. Se recomienda consumirla dentro de 2-3 días para disfrutar de su frescura.
Si prefieres una versión más fría, puedes congelar los cubos de sandía y usarlos en lugar de hielo, creando una mezcla aún más refrescante.
Variantes