Introducción
Los Ojos de Ángel son un postre exquisito que combina una textura suave con un sabor dulce y delicado. Esta receta, transmitida de generación en generación, es el secreto para conquistar cualquier ocasión especial. Su nombre proviene de su aspecto característico: una base dorada con un centro relleno que brilla como una pequeña joya.
Si quieres sorprender a tus invitados con una delicia casera, sigue esta receta paso a paso y disfruta del éxito garantizado.
Ingredientes:
Para la masa:
200 g de mantequilla a temperatura ambiente
100 g de azúcar glas
1 huevo
1 cucharadita de extracto de vainilla
250 g de harina de trigo
½ cucharadita de sal
Para el relleno:
150 g de mermelada de frambuesa, fresa o albaricoque
Azúcar glas para decorar (opcional)
Instrucciones:
Preparar la masa: En un bol grande, bate la mantequilla con el azúcar glas hasta obtener una mezcla cremosa y homogénea.
Añadir los ingredientes líquidos: Incorpora el huevo y la vainilla, batiendo hasta que se integren bien.
Incorporar los secos: Agrega la harina y la sal poco a poco, mezclando con una espátula o con las manos hasta obtener una masa suave y manejable.
Reposo: Envuelve la masa en papel film y refrigérala por 30 minutos.
Formar las galletas: Precalienta el horno a 180°C. Forma bolitas pequeñas con la masa y colócalas en una bandeja con papel pergamino. Usa el dedo o el extremo de una cuchara para hacer un hueco en el centro de cada galleta.
Rellenar y hornear: Coloca una pequeña cantidad de mermelada en cada hueco y hornea durante 12-15 minutos, hasta que los bordes estén ligeramente dorados.
Enfriar y decorar: Deja enfriar sobre una rejilla y, si deseas, espolvorea azúcar glas por encima.
Consejos para servir y almacenar:
Sirve los Ojos de Ángel con café, té o chocolate caliente para una experiencia deliciosa.
Guarda las galletas en un recipiente hermético a temperatura ambiente por hasta 5 días.
Si deseas prolongar su frescura, refrigéralas y sácalas unos minutos antes de servir.
Variaciones: