Introducción: ¿Tienes poco tiempo pero muchas ganas de disfrutar de un snack delicioso? Con solo cuatro ingredientes, estos palitos de hojaldre con jamón y queso son la opción perfecta. Crujientes por fuera y cremosos por dentro, son ideales para una merienda, un aperitivo o incluso para acompañar una comida. ¡Te sorprenderá lo fáciles y rápidos que son de preparar!
Ingredientes:
1 paquete de palitos de hojaldre (pueden ser frescos o congelados)
100 g de jamón cocido o serrano
100 g de queso rallado (puede ser mozzarella, cheddar o el de tu preferencia)
1 huevo (para pintar los palitos)
Instrucciones:
Precalienta el horno a 200°C (390°F) y forra una bandeja de horno con papel de hornear.
Extiende los palitos de hojaldre sobre una superficie plana. Si están congelados, deja que se descongelen un poco.
Corta el jamón en tiras o pequeños trozos y distribúyelo sobre los palitos de hojaldre.
Agrega el queso rallado sobre el jamón, cubriendo bien toda la superficie.
Enrolla los palitos de hojaldre con cuidado, formando tubos compactos. Si lo prefieres, puedes cortarlos en trozos más pequeños para hacer bocaditos.
Bate el huevo y pinta los palitos de hojaldre para darles un color dorado al hornearse.
Coloca los palitos en la bandeja y hornea durante 15-20 minutos o hasta que estén dorados y crujientes.
Sácalos del horno y deja enfriar unos minutos antes de servir.
Consejos para servir y almacenar:
Servir: Acompaña los palitos de hojaldre con una salsa de mostaza o kétchup, o incluso una salsa de ajo para un toque extra de sabor.
Almacenar: Puedes guardarlos en un recipiente hermético durante 2-3 días. Si prefieres comerlos más crujientes, puedes recalentar en el horno durante unos minutos antes de servir.
Variantes:
