Introducción: Estos panecillos de azúcar suaves y mantecosos son el complemento perfecto para cualquier desayuno o merienda. Su textura ligera y esponjosa, junto con un toque dulce de azúcar, hacen que cada bocado sea una experiencia deliciosa. Prepararlos en casa es fácil y garantiza un resultado fresco que nada tiene que ver con los comprados. A continuación, te damos la receta completa para que puedas disfrutar de estos exquisitos panecillos en la comodidad de tu hogar.
Ingredientes:
500 gramos de harina de trigo
100 gramos de azúcar
10 gramos de sal
10 gramos de levadura seca
250 ml de leche tibia
80 gramos de mantequilla derretida
1 huevo
1 cucharadita de esencia de vainilla
Azúcar adicional para espolvorear (opcional)
Instrucciones:
En un bol grande, combina la harina, el azúcar y la sal. Haz un pequeño hueco en el centro y agrega la levadura seca.
Vierte la leche tibia y mezcla suavemente hasta que la levadura se active (aproximadamente 5 minutos).
Agrega la mantequilla derretida, el huevo y la esencia de vainilla. Mezcla todo bien hasta formar una masa suave.
Amasa la masa durante 10 minutos, agregando harina si es necesario, hasta que se vuelva elástica y suave.
Deja reposar la masa en un bol engrasado durante 1 hora, cubriéndola con un paño limpio, hasta que duplique su tamaño.
Precalienta el horno a 180°C (350°F).
Después de que la masa haya reposado, divídela en pequeñas bolitas y colócalas en una bandeja para hornear engrasada o forrada con papel manteca.
Deja reposar los panecillos durante 15-20 minutos para que suban un poco más.
Hornea durante 15-20 minutos o hasta que estén dorados y al tocarlos suenen huecos.
Sácalos del horno y deja enfriar ligeramente antes de servir. Si deseas, espolvorea un poco de azúcar por encima para darles un toque extra de dulzura.
Consejos de presentación y almacenamiento:
Para servir, acompáñalos con mermelada, miel o un poco de mantequilla. Son perfectos para acompañar un café o té.
Puedes almacenar los panecillos en un recipiente hermético durante 2-3 días a temperatura ambiente. Si los prefieres más frescos, también puedes congelarlos. Para descongelarlos, simplemente caliéntalos en el microondas o en el horno por unos minutos.
Variaciones: