Patatas con ajo y limón: Añade ralladura de limón y un chorrito de su jugo a la mezcla de aceite y hierbas para darle un toque fresco y ácido.
Patatas con queso: Durante los últimos 5 minutos de cocción, espolvorea las patatas con queso rallado (cheddar, parmesano o gouda) para un toque extra de sabor.
Patatas picantes: Si te gustan las comidas con un toque picante, agrega un poco de chile en polvo o copos de pimiento rojo al aliño.
Patatas con cebolla: Añade cebolla roja o cebollas chalotas cortadas en rodajas finas a la mezcla antes de hornear para un sabor más suave y caramelizado.
Preguntas frecuentes:
¿Puedo usar otro tipo de patatas?
Sí, puedes usar cualquier tipo de patata, pero las de tipo rizado o de asar son ideales por su textura. Las patatas nuevas también funcionan bien, aunque tienden a ser más suaves.
¿Puedo hacer esta receta con antelación?
Sí, puedes preparar las patatas con antelación y almacenarlas en la nevera antes de hornearlas. También puedes dejarlas cocidas y solo recalentar en el horno para mantener la textura crujiente.
¿Puedo hacer la receta sin ajo?
Sí, puedes omitir el ajo si prefieres o sustituirlo por cebollas o chalotas para un sabor más suave. También puedes añadir otras hierbas como albahaca o orégano.
¿Qué hago si las patatas no se doran lo suficiente?
Si las patatas no están lo suficientemente doradas al final del tiempo de cocción, aumenta la temperatura del horno a 220°C (425°F) y deja que se cocinen unos minutos más, revisando constantemente para evitar que se quemen.
Esta receta no solo es deliciosa, sino también muy adaptable según tus gustos. ¡Perfecta para cualquier ocasión!
