Introducción: Si te encantan las patatas crujientes y sabrosas, esta receta es justo lo que necesitas. Fácil de hacer, perfecta para cualquier ocasión y con el toque justo de sabor, las patatas crujientes se convertirán en un acompañante imprescindible para tus platos. ¿Quién no disfruta de una deliciosa patata que rompe con cada bocado? Sigue esta receta sencilla y tendrás un plato irresistible en minutos.
Ingredientes:
4 patatas grandes (preferiblemente de la variedad Russet)
2 cucharadas de aceite de oliva
1 cucharadita de sal
½ cucharadita de pimienta negra
1 cucharadita de ajo en polvo
½ cucharadita de pimentón dulce
1 ramita de romero fresco (opcional)
1 cucharada de queso parmesano rallado (opcional)
Instrucciones:
Precalienta el horno a 200°C (400°F).
Lava y pela las patatas. Luego, córtalas en rodajas finas, de aproximadamente 5 mm de grosor.
Coloca las rodajas de patata en un tazón grande. Agrega el aceite de oliva, la sal, la pimienta, el ajo en polvo y el pimentón. Mezcla bien hasta que todas las patatas estén cubiertas con la mezcla.
Extiende las rodajas de patata en una sola capa sobre una bandeja para hornear forrada con papel de hornear. Si lo deseas, puedes agregar una ramita de romero fresco sobre las patatas.
Hornea durante 25-30 minutos, o hasta que las patatas estén doradas y crujientes por fuera, y tiernas por dentro.
Si prefieres un toque extra de sabor, espolvorea queso parmesano rallado sobre las patatas justo antes de que terminen de hornearse.
Sírvelas calientes y disfruta.
Consejos para servir y almacenar:
Puedes servir las patatas con una salsa de yogur o mayonesa como acompañamiento para un toque extra de sabor.
Las patatas se conservan bien en un recipiente hermético en el refrigerador hasta 2 días. Si deseas mantener su textura crujiente, puedes recalentar las patatas en el horno durante unos minutos.
Si prefieres hacer una versión vegana, omite el queso parmesano y utiliza aceite de oliva para un acabado crujiente y sabroso.
Variantes: