Pizza de Pollo y Salami Picante con Pesto de Tomates Secos: Una Explosión de Sabores

Introducción
Si buscas una pizza casera con un toque diferente y lleno de sabor, esta receta de pizza de pollo y salami picante con pesto de tomates secos te encantará. Combina la jugosidad del pollo, el toque picante del salami y la intensidad del pesto de tomates secos para crear una experiencia única en cada bocado. Es ideal para una cena especial o simplemente para disfrutar de un platillo casero con ingredientes de calidad.

Ingredientes
Para la masa (opcional, puedes usar una base comprada):
300 g de harina de trigo
180 ml de agua tibia
5 g de levadura seca
1 cucharadita de sal
1 cucharada de aceite de oliva
Para el pesto de tomates secos:
100 g de tomates secos en aceite
30 g de almendras o nueces
1 diente de ajo
40 g de queso parmesano rallado
3 cucharadas de aceite de oliva
½ cucharadita de sal
Pimienta al gusto
Para la pizza:
200 g de pechuga de pollo cocida y desmenuzada
100 g de salami picante en rodajas
150 g de queso mozzarella rallado
50 g de queso parmesano rallado
½ cebolla morada en rodajas finas
1 cucharadita de orégano seco
Aceite de oliva al gusto
Instrucciones
Preparar la masa (si la haces casera):

Mezcla la levadura con el agua tibia y deja reposar 10 minutos.
En un bol, mezcla la harina y la sal. Agrega el agua con la levadura y el aceite de oliva.
Amasa durante 10 minutos hasta obtener una textura elástica.
Cubre y deja reposar por 1 hora hasta que duplique su tamaño.
Hacer el pesto de tomates secos:

En un procesador de alimentos, mezcla los tomates secos con el ajo, las almendras, el queso parmesano, la sal y la pimienta.
Agrega el aceite de oliva y procesa hasta obtener una textura cremosa.
Armar la pizza:

Precalienta el horno a 220°C (430°F).
Estira la masa en una superficie enharinada hasta formar un círculo del grosor deseado.
Unta la base con una capa de pesto de tomates secos.
Distribuye el pollo desmenuzado y las rodajas de salami picante.
Espolvorea con mozzarella, parmesano y orégano.
Añade la cebolla morada y rocía con un poco de aceite de oliva.
Hornear:

Coloca la pizza en una bandeja o piedra para pizza.
Hornea durante 12-15 minutos o hasta que la base esté dorada y el queso burbujeante.
Servir:

Retira del horno y deja reposar un par de minutos antes de cortar.
¡Disfruta de esta deliciosa pizza casera!
Consejos para Servir y Almacenar
Sirve la pizza con una ensalada fresca o un vino tinto ligero.
Si te sobra, guárdala en un recipiente hermético en el refrigerador por hasta 3 días.
Para recalentar, usa el horno o una sartén a fuego medio para mantener la textura crujiente.
Variantes

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