Introducción
El pan es un alimento básico en muchas culturas y, aunque puede parecer una buena idea guardarlo en el frigorífico para que dure más, en realidad, esto puede tener efectos adversos en su frescura. En este artículo exploramos por qué no es recomendable almacenar el pan en el frigorífico y ofrecemos consejos sobre cómo conservarlo correctamente para que se mantenga delicioso por más tiempo.
Ingredientes
Pan de cualquier tipo (pan de molde, baguette, integral, etc.)
Opcional: bolsas de tela o de papel para mantener el pan fresco.
Instrucciones
Evitar el frigorífico: El pan se conserva mejor a temperatura ambiente, fuera del frigorífico. El frío acelera el proceso de “retrogradación del almidón”, lo que hace que el pan se ponga duro y pierda su textura esponjosa.
El lugar adecuado: Coloca el pan en un lugar fresco y seco, alejado de la luz directa y la humedad, que también pueden afectar su calidad. Las cajas de pan o cestas de mimbre con una tela encima son ideales.
Usa bolsas de papel o tela: Estas opciones permiten que el pan respire y evita que se acumule humedad, lo cual puede generar moho. Evita las bolsas de plástico, ya que atrapan la humedad y favorecen que el pan se estropee más rápido.
Consejos para servir y almacenar
Si el pan empieza a secarse, puedes calentarlo en el horno durante unos minutos para devolverle su textura.
Si tienes mucho pan, puedes congelarlo. Para ello, corta el pan en rebanadas y guárdalo en una bolsa apta para congelar. Para consumirlo, simplemente descongélalo o tuéstalo directamente.
Si el pan es recién horneado y aún está caliente, espera a que se enfríe completamente antes de almacenarlo para evitar que la humedad se quede atrapada dentro del pan y cause moho.
Variantes
