Introducción: Si eres amante de la buena comida, sabes que una salsa bien preparada puede ser el alma de un plato. En esta receta te traemos una salsa que no solo va a elevar cualquier comida, sino que te hará querer más. Es perfecta para acompañar desde carnes, pastas o hasta vegetales. ¡No podrás resistirte a su sabor intenso y cremoso!
Ingredientes:
1 taza de crema de leche
1/2 taza de caldo de pollo
2 cucharadas de mantequilla
1 diente de ajo picado
1 cucharadita de mostaza Dijon
1 cucharadita de miel
1/4 de taza de queso parmesano rallado
Sal y pimienta al gusto
Unas hojas de albahaca fresca para decorar
Instrucciones:
En una sartén grande, derrite la mantequilla a fuego medio. Agrega el ajo picado y sofríe por un minuto hasta que esté fragante.
Vierte el caldo de pollo y la crema de leche, mezclando bien para integrar los sabores.
Agrega la mostaza Dijon y la miel, y sigue removiendo a fuego bajo.
Cocina durante unos 5-7 minutos, o hasta que la salsa espese ligeramente.
Añade el queso parmesano y sigue revolviendo hasta que se derrita por completo.
Sazona con sal y pimienta al gusto.
Sirve la salsa caliente sobre tu plato favorito y decora con hojas de albahaca fresca.
Consejos para servir y almacenar:
Esta salsa es ideal para acompañar pastas, carnes a la parrilla o incluso como dip para pan. Si la vas a usar con pasta, asegúrate de reservar un poco del agua de la cocción de la pasta para añadirla a la salsa si se espesa demasiado.
Si sobra salsa, guárdala en un recipiente hermético en el refrigerador por hasta 3 días. Para recalentarla, solo caliéntala a fuego lento y agrega un poco de leche si es necesario para devolverle su textura cremosa.
Variantes:
