Introducción:
El solomillo de cerdo con miel y ajo es una receta deliciosa y fácil de preparar que destaca por su equilibrio entre lo dulce y lo salado. Este plato combina la suavidad de la carne de cerdo con el toque aromático del ajo y el dulzor de la miel, creando una experiencia de sabor irresistible. Perfecto para una cena especial o una comida de fin de semana, este solomillo se prepara en poco tiempo, pero con una gran riqueza de sabor. ¡Acompáñalo con tus guarniciones favoritas y disfruta de un manjar que conquistará a todos!
Ingredientes:
1 solomillo de cerdo (aproximadamente 500 g)
3 dientes de ajo picados finamente
2 cucharadas de miel
1 cucharada de aceite de oliva
1 cucharada de salsa de soja (opcional para dar un toque salado)
1 ramita de romero fresco (opcional)
Sal y pimienta al gusto
Instrucciones:
Preparar la carne: Limpia el solomillo de cerdo retirando el exceso de grasa. Salpimienta al gusto y resérvalo.
Cocinar el ajo: En una sartén grande, calienta el aceite de oliva a fuego medio. Añade los dientes de ajo picados y sofríelos durante 1-2 minutos, hasta que se doren ligeramente.
Agregar la miel: Incorpora la miel y la salsa de soja (si la usas). Revuelve bien para que se combine con el ajo y formar una salsa. Cocina por 1-2 minutos a fuego lento.
Cocinar el solomillo: Coloca el solomillo en la sartén con la salsa de miel y ajo. Cocina a fuego medio-alto durante 10-12 minutos, volteando el solomillo para que se cocine de manera uniforme por todos lados. Si prefieres un solomillo más jugoso, puedes reducir el tiempo de cocción.
Reposar y servir: Una vez cocinado, retira el solomillo de la sartén y deja reposar durante 5 minutos antes de cortarlo en rodajas. Sirve caliente con la salsa por encima.
Consejos para servir y almacenar:
Servir: Este solomillo se puede acompañar con puré de papas, ensaladas frescas o arroz. También es delicioso con verduras asadas como zanahorias o brócoli.
Almacenar: Si te sobra, puedes guardar el solomillo en un recipiente hermético en el refrigerador por hasta 3 días. Para recalentarlo, simplemente caliéntalo a fuego lento en una sartén con un poco de agua o caldo para mantener la humedad de la carne.
Variantes:
