Introducción
Nada se compara al sabor y la textura de los spaghetti hechos en casa. Prepararlos desde cero no solo es una experiencia gratificante, sino que también te permite disfrutar de una pasta fresca, deliciosa y mucho más sabrosa que la que compras en el supermercado. Hacer spaghetti caseros es una forma de conectar con las tradiciones culinarias italianas y de crear platos sencillos pero llenos de sabor. A continuación, te ofrecemos una receta fácil y deliciosa para hacer estos spaghetti en casa, perfectos para acompañar tus salsas favoritas.
Ingredientes
300 g de harina de trigo (mejor si es tipo “00” para pasta)
3 huevos
1 cucharada de aceite de oliva
1 pizca de sal
Agua, si es necesario, para ajustar la masa
Instrucciones
Preparación de la masa:
En una superficie limpia o en un bol grande, forma un volcán con la harina. Haz un hueco en el centro y agrega los huevos, el aceite de oliva y una pizca de sal. Con un tenedor, bate ligeramente los huevos y comienza a mezclar con la harina, incorporándola gradualmente.
Amasado:
Una vez que los ingredientes se hayan combinado un poco, usa tus manos para amasar la masa. Si es necesario, agrega una pequeña cantidad de agua para ayudar a formar una masa suave y homogénea. Amasa durante unos 10 minutos hasta que la masa esté lisa y elástica. Si la masa está demasiado seca, añade un poco más de agua; si está demasiado pegajosa, agrega más harina.
Reposo de la masa:
Cubre la masa con un paño limpio y húmedo o envuélvela en film transparente. Deja reposar durante al menos 30 minutos para que los ingredientes se integren bien y la masa se relaje.
Formado de los spaghetti:
Después de reposar, divide la masa en partes más pequeñas. Usa un rodillo para estirar cada pieza en una lámina fina, de aproximadamente 1-2 mm de grosor. Si tienes una máquina para hacer pasta, úsala para estirar la masa de manera uniforme. Luego, corta las láminas de masa en tiras finas para formar los spaghetti. Si no tienes máquina, puedes enrollar las láminas y cortarlas a mano.
Cocción:
Lleva una gran olla con agua salada a ebullición. Cocina los spaghetti caseros durante 2-4 minutos, o hasta que estén al dente. La pasta fresca se cocina mucho más rápido que la pasta seca, así que mantente atento.
Servir:
Una vez cocidos, escurre los spaghetti y sírvelos con tu salsa favorita, como una salsa de tomate, pesto o simplemente un poco de aceite de oliva y ajo. ¡Disfruta de la pasta fresca y deliciosa!
Consejos de presentación y almacenamiento
Presentación:
Sirve los spaghetti recién cocidos en platos individuales, decorados con hojas de albahaca fresca, queso rallado y un chorrito de aceite de oliva virgen extra. También puedes agregar unos tomates cherry y aceitunas para un toque mediterráneo.
Almacenaje:
Si tienes pasta sobrante, puedes almacenarla en el refrigerador por hasta 2 días, cubriéndola bien para que no se seque. Si prefieres almacenarla a largo plazo, puedes secar los spaghetti en un lugar fresco y seco antes de guardarlos en un recipiente hermético. También puedes congelarlos crudos, envolviendo porciones de pasta en film transparente y luego metiéndolas en una bolsa para congelar.
Variaciones
