Strudel de Brócoli y Salchichas: Un Bocado Crujiente y Delicioso

Introducción
El strudel de brócoli y salchichas es una receta rústica y llena de sabor que combina una masa crujiente con un relleno cremoso y bien sazonado. Perfecto como aperitivo, plato principal o incluso como opción para llevar, este strudel es fácil de hacer y sorprenderá a todos con su equilibrio de texturas y sabores.

Ingredientes
Para la masa:

250 g de harina de trigo
125 ml de agua tibia
2 cucharadas de aceite de oliva
1 pizca de sal
Para el relleno:

200 g de brócoli cocido y picado
200 g de salchichas (pueden ser ahumadas, de pollo o cerdo)
100 g de queso rallado (puede ser mozzarella, parmesano o cheddar)
1 cebolla pequeña picada
1 diente de ajo picado
2 cucharadas de crema de leche o queso crema
Sal y pimienta al gusto
1 huevo batido (para barnizar)
Semillas de sésamo o amapola (opcional)
Instrucciones
Preparar la masa:

En un bol, mezcla la harina con la sal, el aceite de oliva y el agua tibia.
Amasa hasta obtener una textura suave y homogénea.
Cubre con un paño y deja reposar 30 minutos.
Preparar el relleno:

En una sartén con un poco de aceite, sofríe la cebolla y el ajo hasta que estén dorados.
Agrega las salchichas cortadas en rodajas y cocina hasta que se doren.
Añade el brócoli, mezcla bien y retira del fuego.
Incorpora el queso rallado y la crema de leche o queso crema.
Salpimienta al gusto y deja enfriar.
Armar el strudel:

Extiende la masa sobre una superficie enharinada hasta formar un rectángulo fino.
Coloca el relleno en el centro y enrolla con cuidado, sellando bien los bordes.
Pincela con huevo batido y espolvorea con semillas si lo deseas.
Hornear:

Precalienta el horno a 180°C (350°F).
Coloca el strudel en una bandeja con papel pergamino y hornea por 30-35 minutos, o hasta que esté dorado y crujiente.
Retira del horno y deja enfriar unos minutos antes de cortar.
Consejos para servir y almacenar
Sirve caliente con una ensalada fresca o una salsa de yogur y hierbas.
Se puede almacenar en un recipiente hermético en la nevera por hasta 3 días.
Para recalentar, usa el horno o la freidora de aire para mantener la textura crujiente.
Variaciones

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