Introducción:
Si buscas un postre delicioso y refrescante, esta tarta de queso y fresa con pudín de banana es la opción perfecta. Su combinación de sabores y texturas hará que todos se queden con ganas de más. La suavidad de la tarta de queso, el toque dulce de las fresas y el cremoso pudín de banana se unen en una experiencia única para el paladar. ¡Acompáñame a descubrir cómo hacer esta deliciosa receta!
Ingredientes:
200g de galletas digestivas
100g de mantequilla derretida
300g de queso crema
200ml de nata para montar
100g de azúcar
1 cucharadita de esencia de vainilla
150g de fresas frescas
2 plátanos maduros
1 sobre de pudín de vainilla
500ml de leche
1 cucharadita de azúcar (para el pudín)
Instrucciones:
Base de galleta: Tritura las galletas digestivas hasta obtener un polvo fino. Mézclalas con la mantequilla derretida hasta formar una masa compacta. Coloca la mezcla en el fondo de un molde desmontable y presiona bien para que quede uniforme. Lleva a la nevera mientras preparas el resto.
Relleno de tarta de queso: En un bol grande, bate el queso crema con el azúcar y la esencia de vainilla hasta que esté suave y cremoso. Agrega la nata para montar y sigue batiendo hasta que la mezcla tenga una consistencia espesa y suave. Vierte esta mezcla sobre la base de galleta y alisa la superficie. Lleva a la nevera durante 3 horas para que cuaje.
Pudin de banana: En una cacerola, vierte la leche y caliéntala a fuego medio. En un recipiente aparte, mezcla el sobre de pudín de vainilla con una cucharadita de azúcar. Vierte esta mezcla en la leche caliente y cocina a fuego bajo, removiendo constantemente, hasta que espese. Retira del fuego y deja enfriar un poco.
Plátano y fresas: Pela los plátanos y córtalos en rodajas finas. Lava las fresas, quita el tallo y córtalas en trozos pequeños.
Montaje final: Una vez que la tarta de queso haya cuajado, coloca las rodajas de plátano sobre la capa de queso. Vierte el pudín de banana sobre las frutas, cubriendo toda la superficie. Decora con las fresas en trozos. Lleva nuevamente a la nevera y deja enfriar por al menos una hora antes de servir.
Consejos para servir y almacenar:
Sirve bien fría para disfrutar de su textura cremosa y fresca.
Para almacenar, cubre la tarta con plástico transparente o ponla en un recipiente hermético y guárdala en la nevera.
Este postre puede mantenerse en la nevera hasta 3 días sin perder sabor ni textura.
Variantes:
