Preparar el relleno: Hidrata la gelatina en agua fría. En un cazo, calienta la leche y disuelve la gelatina escurrida. En un bol, bate el queso crema con el azúcar y la vainilla. Añade la nata montada y la gelatina disuelta, mezclando suavemente. Vierte sobre la base de galleta y refrigera al menos 4 horas.
Preparar la cobertura: Hidrata la gelatina en agua fría. Tritura las fresas con el azúcar y calienta la mezcla a fuego bajo. Disuelve la gelatina escurrida en la mezcla y deja templar. Vierte sobre la tarta y refrigera 2 horas más.
Servir: Desmolda con cuidado y decora con fresas frescas antes de servir.
Consejos para servir y almacenar
Para un mejor sabor, deja la tarta en la nevera durante al menos 6 horas antes de servir.
Puedes almacenarla en la nevera, bien cubierta, hasta por 3 días.
Si deseas congelarla, hazlo sin la cobertura de fresas y agrégala al momento de servir.
Variantes
Con chocolate: Añade chocolate derretido al relleno para un toque más dulce.
Con frutas mixtas: Sustituye las fresas por una mezcla de frutos rojos.
Versión ligera: Usa queso crema bajo en grasa y edulcorante en lugar de azúcar.
Preguntas Frecuentes
¿Puedo usar gelatina de fresa en lugar de gelatina sin sabor? Sí, pero reducirá el sabor natural de las fresas.
¿Se puede hacer sin nata? Sí, pero la textura será menos cremosa. Puedes sustituirla por yogur griego.
¿Qué tipo de molde es mejor usar? Un molde desmontable de 20 cm facilita el desmoldado y presentación.
Con esta receta, disfrutarás de una tarta de queso con fresas fácil, deliciosa y perfecta para cualquier ocasión. ¡Anímate a prepararla y sorprende a todos!
