Muffins de manzana y nuez: un toque otoñal en cada bocado

Introducción:
Los muffins de manzana y nueces son una delicia que combina la suavidad de una masa esponjosa con la textura crujiente de las nueces. Este desayuno o merienda es ideal para cualquier momento del día, ofreciendo una mezcla perfecta de sabores dulces y salados con un toque de especias. Además, se preparan fácilmente y son perfectos para disfrutar con una taza de té o café.

Ingredientes:

1 ½ tazas de harina de trigo
1 cucharadita de polvo de hornear
½ cucharadita de bicarbonato de sodio
½ cucharadita de canela en polvo
¼ cucharadita de sal
1 huevo
½ taza de azúcar moreno
½ taza de aceite vegetal
1 taza de manzana rallada (aproximadamente 1 manzana grande)
½ taza de nueces picadas
1 cucharadita de esencia de vainilla
¼ taza de leche
½ cucharadita de jugo de limón (opcional, para evitar que la manzana se oxide)
Instrucciones:

Precalienta el horno a 180°C (350°F) y engrasa o coloca cápsulas de papel en un molde para muffins.
En un tazón grande, mezcla la harina, el polvo de hornear, el bicarbonato, la canela y la sal.
En otro recipiente, bate el huevo con el azúcar moreno hasta obtener una mezcla suave. Agrega el aceite y la esencia de vainilla, batiendo nuevamente.
Incorpora la manzana rallada (y el jugo de limón si decides usarlo). Mezcla bien.
Añade los ingredientes secos a los húmedos poco a poco, alternando con la leche. Revuelve hasta que todos los ingredientes estén bien integrados, pero sin sobre mezclar.
Incorpora las nueces picadas con una espátula.
Distribuye la masa en el molde para muffins, llenando cada cavidad hasta 2/3 de su capacidad.
Hornea durante 18-20 minutos o hasta que un palillo insertado en el centro de un muffin salga limpio.
Deja enfriar en el molde durante unos 5 minutos antes de trasladarlos a una rejilla para enfriar completamente.
Consejos para servir y almacenar:

Sirve los muffins tibios con un poco de mantequilla o mermelada de tu elección para un extra toque de sabor.
Puedes almacenarlos en un recipiente hermético a temperatura ambiente hasta por 3 días o refrigerarlos para que duren más tiempo. Si prefieres, puedes congelarlos y descongelarlos al momento de consumir.
Acompáñalos con una bebida caliente como té de manzana o un café con leche para una experiencia aún más reconfortante.
Variaciones:

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