Introducción
Estas galletas de azúcar suaves y esponjosas son el dulce perfecto para cualquier ocasión. Con un toque de vainilla y un interior tierno, se derriten en la boca y son ideales tanto para decorar como para disfrutarlas tal cual. Prepáralas fácilmente en casa con ingredientes simples que probablemente ya tengas en tu despensa.
Ingredientes
2 3/4 tazas (340 g) de harina para todo uso
1 cucharadita de bicarbonato de sodio
1/2 cucharadita de cremor tártaro
1/4 cucharadita de sal
1 taza (225 g) de mantequilla sin sal, a temperatura ambiente
1 1/2 tazas (300 g) de azúcar granulada
1 huevo grande
2 cucharaditas de extracto de vainilla
1/4 taza (60 ml) de leche
Azúcar adicional para espolvorear (opcional)
Instrucciones
Precalienta el horno: Precalienta tu horno a 180 °C (350 °F) y forra una bandeja para hornear con papel pergamino.
Mezcla los ingredientes secos: En un tazón mediano, combina la harina, el bicarbonato de sodio, el cremor tártaro y la sal. Reserva.
Prepara la mezcla de mantequilla y azúcar: En un tazón grande, bate la mantequilla y el azúcar granulada hasta obtener una mezcla ligera y esponjosa, aproximadamente 2-3 minutos.
Agrega los ingredientes húmedos: Incorpora el huevo, el extracto de vainilla y la leche. Mezcla hasta que estén bien combinados.
Integra los ingredientes secos: Gradualmente añade la mezcla de harina a los ingredientes húmedos, batiendo a baja velocidad hasta que se forme una masa suave.
Forma las galletas: Usa una cuchara para galletas o tus manos para formar bolitas del tamaño de una nuez. Colócalas en la bandeja para hornear, dejando unos 5 cm de espacio entre cada una. Si lo deseas, espolvorea un poco de azúcar sobre cada bolita.
Hornea: Hornea durante 8-10 minutos, o hasta que los bordes estén ligeramente dorados pero el centro aún se vea suave. No las hornees en exceso.
Enfría: Deja enfriar las galletas en la bandeja durante 5 minutos antes de transferirlas a una rejilla para que se enfríen completamente.
Consejos para Servir y Almacenar
Servir: Estas galletas son deliciosas solas o acompañadas de un vaso de leche fría. También puedes decorarlas con glaseado o chispas para ocasiones especiales.