Hígado Frito Delicioso: Receta Fácil para un Plato Exquisito y Tierno

Introducción:
El hígado frito es una receta que combina simplicidad y sabor, ofreciendo un plato nutritivo y lleno de energía. Esta preparación es ideal para quienes disfrutan de la carne de órganos, pero prefieren una receta fácil y rápida. A continuación, te mostramos cómo cocinar un hígado frito tierno y sabroso, con un toque especial que lo convierte en una opción perfecta para cualquier comida.

Ingredientes:

500 g de hígado de res o cerdo (frescos y cortados en filetes finos)
2 dientes de ajo picados finamente
1 cebolla pequeña (opcional, en rodajas)
1 cucharada de vinagre blanco
1 cucharada de aceite de oliva
Sal y pimienta al gusto
1 cucharadita de pimentón dulce o picante (según preferencia)
1 cucharadita de orégano
1 cucharada de harina (opcional, para rebozar)
Limón (para servir, opcional)
Instrucciones:

Preparación del hígado: Si el hígado no está limpio, retira las membranas o cualquier parte que no te guste. Corta el hígado en filetes finos para que se cocinen rápidamente y queden más tiernos.
Marinar: En un recipiente, mezcla el vinagre, el ajo picado, sal, pimienta, pimentón y orégano. Coloca los filetes de hígado en esta mezcla y deja reposar durante 10 a 15 minutos para que absorban bien los sabores.
Cocinar: Calienta el aceite de oliva en una sartén grande a fuego medio-alto. Si deseas, puedes pasar ligeramente los filetes de hígado por harina antes de freírlos. Esto les dará una textura más crujiente por fuera.
Coloca los filetes de hígado en la sartén y fríelos por 3-4 minutos de cada lado, hasta que estén dorados y cocidos por dentro (el hígado no debe quedar rosado por dentro).
Si usas cebolla, añádela a la sartén un par de minutos antes de terminar la cocción para que se caramelice ligeramente.
Servir: Sirve el hígado frito caliente, acompañado de rodajas de limón para darle un toque fresco.
Consejos para servir y almacenar:

Servir: Puedes acompañar este plato con arroz blanco, puré de papas o una ensalada fresca. Para un toque extra, puedes añadir un poco de salsa de tomate o de mostaza al gusto.
Almacenar: Si te sobra, guarda el hígado frito en un recipiente hermético en el refrigerador por hasta 2 días. Para recalentar, es mejor hacerlo en la sartén para evitar que se reseque.
Variaciones:

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