Introducción
El Kaiserschmarrn es un postre tradicional de Austria que combina la esponjosidad de una tortilla con el dulzor de un postre exquisito. Su origen se remonta al siglo XIX y se dice que fue una de las comidas favoritas del emperador Francisco José I, de ahí su nombre, que significa “desorden del emperador”. Su preparación es sencilla, pero el resultado es una explosión de sabor que se disfruta con azúcar glas, compotas de frutas y frutos secos.
Ingredientes:
Para dos porciones generosas, necesitarás:
4 huevos
250 ml de leche
125 g de harina
2 cucharadas de azúcar
1 pizca de sal
1 cucharadita de extracto de vainilla
1 cucharada de mantequilla (para cocinar)
50 g de pasas (opcional)
1 cucharada de ron (para remojar las pasas, opcional)
Azúcar glas para espolvorear
Compota de manzana o mermelada de ciruela para acompañar
Instrucciones:
Preparar las pasas (opcional): Si usas pasas, déjalas remojar en ron durante unos 15 minutos para que adquieran más sabor.
Batir los huevos: Separa las claras de las yemas. Bate las yemas con la leche, el azúcar y la vainilla hasta obtener una mezcla homogénea.
Incorporar la harina: Agrega la harina poco a poco y mezcla hasta obtener una masa sin grumos.
Montar las claras: En otro bol, bate las claras con una pizca de sal hasta alcanzar punto de nieve. Incorpóralas suavemente a la masa con movimientos envolventes.
Cocinar la tortilla: Derrite la mantequilla en una sartén grande a fuego medio. Vierte la masa y cocina durante 2-3 minutos hasta que la base esté dorada. Si usas pasas, agrégalas en este momento.
Romper y dorar: Usa una espátula para cortar la tortilla en trozos grandes y voltéalos para dorar ambos lados. Cocina por otros 3-4 minutos hasta que los trozos estén dorados y esponjosos.
Servir: Retira del fuego, espolvorea con azúcar glas y acompaña con compota de frutas.
Consejos para servir y almacenar:
Sirve el Kaiserschmarrn caliente con una generosa cantidad de azúcar glas y compotas como la de manzana o ciruela.
Si te sobra, guárdalo en un recipiente hermético en la nevera por hasta dos días. Caliéntalo en una sartén con un poco de mantequilla antes de servir.
Variaciones:
