Introducción:
Si eres un amante de las patatas y buscas una receta fácil y deliciosa para el fin de semana, ¡estás en el lugar correcto! Las patatas doradas crujientes son el acompañamiento perfecto para cualquier comida o incluso como un aperitivo irresistible. En esta receta te enseñaré cómo obtener patatas doradas por fuera y suaves por dentro, todo con ingredientes simples que probablemente ya tienes en tu cocina.
Ingredientes:
4 patatas medianas (preferiblemente de tipo rústico o para hornear)
2 cucharadas de aceite de oliva
1 cucharadita de sal
½ cucharadita de pimienta negra
1 cucharadita de ajo en polvo (opcional)
1 cucharadita de romero fresco o seco
½ cucharadita de pimentón (opcional, para darle un toque ahumado)
Instrucciones:
Preparar las patatas: Lava bien las patatas y pélalas si lo prefieres (puedes dejar la cáscara si te gusta un toque más rústico). Corta las patatas en cubos medianos o en tiras, dependiendo de cómo prefieras.
Cocer las patatas: Coloca las patatas cortadas en una olla con agua y una pizca de sal. Cocina por unos 8-10 minutos o hasta que estén ligeramente tiernas pero no demasiado blandas.
Secar las patatas: Una vez cocidas, escurre las patatas y colócalas sobre un paño limpio o papel absorbente para eliminar el exceso de agua.
Sazonar: En un tazón grande, mezcla las patatas con el aceite de oliva, sal, pimienta, ajo en polvo, romero y pimentón. Asegúrate de que todas las piezas estén bien cubiertas con la mezcla.
Freír o hornear: Puedes optar por freír las patatas en aceite caliente (aproximadamente 180°C) durante 5-7 minutos hasta que estén doradas y crujientes. Alternativamente, hornea en el horno precalentado a 200°C durante 25-30 minutos, dando vuelta a las patatas a mitad de cocción.
Servir: Una vez que estén doradas y crujientes, retira las patatas del fuego o del horno y sirve inmediatamente.
Consejos para servir y almacenar:
Servir: Sirve las patatas crujientes como acompañamiento de carnes, ensaladas o incluso como un snack con una salsa de tu elección, como mayonesa o salsa de yogur.
Almacenaje: Si te sobra alguna porción, guárdala en un recipiente hermético en el refrigerador por hasta 2-3 días. Para mantener la textura crujiente, puedes recalentarlas en el horno por unos minutos.
Para un toque extra: Espolvorea queso rallado, cebollín fresco o un toque de limón por encima para darle un sabor aún más sabroso.
Variaciones: