Introducción:
Este pudín blando de dos huevos es un postre clásico que jamás pasa de moda. Su textura suave y cremosa, combinada con el sabor delicado de la vainilla, lo convierte en el final perfecto para cualquier comida. A pesar de ser sencillo de preparar, su sabor es tan exquisito que hará que todos se sorprendan. Ideal para aquellos que buscan un dulce reconfortante y fácil de hacer, este pudín será un éxito seguro en cualquier ocasión.
Ingredientes:
2 huevos
500 ml de leche
100 g de azúcar
1 cucharadita de esencia de vainilla
1 cucharada de maicena (opcional para mayor espesor)
Pizca de sal
Canela en polvo (opcional para decorar)
Instrucciones:
Precalienta el horno a 180°C (350°F). Engrasa ligeramente un molde para hornear.
En un bol grande, bate los huevos con el azúcar hasta que la mezcla quede suave y ligeramente espesa.
En una cacerola, calienta la leche a fuego medio, añadiendo la pizca de sal. Cuando esté caliente, agrega lentamente a la mezcla de huevos sin dejar de batir para evitar que se cocinen.
Vierte la mezcla en el molde engrasado y, si prefieres un pudín más espeso, añade la maicena disuelta en un poco de leche.
Hornea durante unos 40-45 minutos o hasta que el pudín se haya cuajado por completo y la parte superior esté ligeramente dorada. Si lo deseas, verifica la cocción insertando un palillo; debe salir limpio.
Deja enfriar antes de servir.
Consejos para servir y almacenar:
Sirve el pudín ligeramente tibio o a temperatura ambiente para una textura más suave.
Puedes espolvorear un poco de canela por encima o acompañar con un toque de crema batida para darle un toque extra de sabor.
Para almacenarlo, guarda el pudín en un recipiente hermético en el refrigerador. Durará entre 3 y 4 días, pero asegúrate de que se haya enfriado completamente antes de guardarlo.
Variaciones:
