Introducción
Hacer queso fresco en casa es más fácil de lo que piensas. Con solo tres ingredientes básicos—leche, yogur y limón—puedes preparar un queso delicioso y natural, sin conservantes ni aditivos. Es una opción perfecta para disfrutar en tostadas, ensaladas o como acompañamiento en tus platos favoritos.
Ingredientes:
1 litro de leche entera
2 cucharadas de yogur natural (sin azúcar ni saborizantes)
2 cucharadas de jugo de limón
Una pizca de sal (opcional)
Instrucciones:
Calentar la leche: En una olla grande, calienta la leche a fuego medio hasta que comience a humear, pero sin que hierva.
Agregar el yogur y el limón: Retira la olla del fuego y añade el yogur y el jugo de limón. Revuelve suavemente y deja reposar unos 10 minutos hasta que la leche comience a cuajar.
Colar el suero: Usa un colador con una tela de algodón o gasa para separar el suero del queso. Deja escurrir durante 1-2 horas hasta obtener la consistencia deseada.
Moldear y enfriar: Una vez drenado, puedes presionar ligeramente el queso para darle forma. Refrigéralo por al menos 2 horas antes de consumirlo.
Consejos para servir y almacenar:
Servir: Disfrútalo con pan, ensaladas o acompañado de miel y frutos secos para un toque dulce.
Almacenar: Guarda el queso en un recipiente hermético en el refrigerador y consúmelo en un máximo de 4-5 días para mantener su frescura.
Variaciones: